
La utilización del aire acondicionado conlleva un gasto extra de combustible que varía entre un 5% y un 20% en función del tipo de uso que se haga de ello. En cualquier caso, no se debe prescindir de este elemento puesto que no es solo una cuestión de confort, sino también de seguridad vial.
Tal y como recuerdan desde la Dirección General de Tráfico (DGT), los expertos indican que, con una temperatura en el interior del coche que ronde los 35ºC, el conductor reaccionará un 20% más lento que otro cuyo vehículo esté a unos 25ºC. Un efecto 'similar' a conducir con una tasa de alcoholemia cercana a 0,5 gr/l en sangre.
Por eso es muy importante mantener fresco y ventilado el habitáculo del vehículo. En este sentido, el Centro Técnico de Seat ha elaborado una lista con los cinco errores más comunes que se cometen al utilizar el aire acondicionado, y algunos consejos para optimizar su uso:
1.- ERROR: Aire al máximo. En verano, el interior de un coche aparcado al sol puede llegar a los 60ºC. Uno de los errores más frecuentes es encender el aire al máximo nada más llegar.
CONSEJO.- Lo primero es "abrir las puertas y ventanillas y ventilar el habitáculo, durante un minuto, antes de activar el aire acondicionado", recomienda Ángel Suárez, ingeniero del mencionado Centro Técnico. De esta forma se consigue "rebajar de forma natural la temperatura interior". Una vez ventilado, ya se puede "entrar, cerrar las puertas y ventanillas y activar la climatización". En una media hora se pueden recuperar los 25ºC.
2.- ERROR: Botón recirculación. El hecho de mantener activado el botón de recirculación del aire "favorece que los cristales se empañen".
CONSEJO.- Conducir con la opción 'Auto' encendida para que "el flujo del aire se autorregule, sea más homogéneo y se haga un uso más eficiente", señala Suárez.
3.- ERROR: No activar el aire. Hay momentos del día en los que hace 'fresquito' y no se considera necesario poner el aire.
CONSEJO.- Activar siempre el aire, así evitará que se empañe cuando se eleve la temperatura exterior.
4.- ERROR: Difusores. Muchas veces si se siente calor, subimos el aire.
CONSEJO.- La mayoría de las veces no es una cuestión de temperatura, sino de la dirección en la que circula el aire dentro del habitáculo. Para conseguir un reparto adecuado del aire, Suárez indica que "los difusores tienen que estar enfocados hacia arriba, no hacia la cara". Con este gesto se consigue que el aire se reparta por todo el coche y llegue a todos los pasajeros de forma uniforme.
5.- ERROR: Mantenimiento. Como el aceite, los neumáticos o el líquido de frenos, el sistema de climatización también necesita un mantenimiento específico. | Qué revisar en su coche antes de viajar este verano y cuánto le costará.
CONSEJO.- Se recomienda cambiar los filtros cada 15.000 o 20.000 kilómetros.
Respecto a este último punto, Bosch, uno de los principales fabricantes de filtros para el habitáculo, explica que "durante un viaje de una hora de duración, en el interior de un coche penetran hasta 100.000 litros de aire. Ese aire que los ocupantes respiran debería de estar libre de polvo, humo, polen, cenizas u otras materias nocivas".
Para que el filtro cumpla su función con máximas garantías, permitiendo que el aire que llegue al interior del vehículo sea limpio y sano, deberá estar en buenas condiciones. Además, tener el filtro en condiciones de óptimo funcionamiento servirá para proteger el sistema de climatización, permitiendo su adecuado funcionamiento, que la calefacción y el aire acondicionado mantengan la temperatura seleccionada en el interior, además de evitar que las lunas se empañen fácilmente durante la conducción.
Las funciones del filtro del aire
PURIFICA. El filtro retiene las partículas y el polvo del exterior que queda almacenado en el filtro, impidiendo que el aire se vicie.
PROTEGE. Impide que partículas perjudiciales para la salud se introduzcan en el interior del habitáculo, protegiendo a sus ocupantes de agentes infecciosos y tóxicos. Y también a los alérgicos en las épocas de polinización.
ELIMINA. Ayuda a la eliminación del vaho del parabrisas, permitiendo que el aire que entre esté seco.
LIMPIA. Mantiene limpio el sistema de ventilación para su perfecto funcionamiento y para que no se depositen partículas en los aireadores, que acaban entrando en el habitáculo.