
La Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) advirtió recientemente del progresivo envejecimiento del parque automovilístico español, pues la edad media supera ya los 12 años, cifra que se eleva hasta los 14 años en el caso de los vehículos industriales.
Un factor que supone un grave riesgo para los conductores, máxime si el mantenimiento del vehículo en base a su kilometraje o el temporal -entre otros-, no es el adecuado. Pero no son los únicos hándicap que pueden amenazar la seguridad de los automovilistas, pues existen otros tanto o más esenciales como es conocer el establecimiento al que se acude a realizar las reparaciones a fin de combatir la piratería en la fabricación e instalación de los componentes de los vehículos.
Una vez analizados estos pasos rigurosamente, la siguiente fase sería acometer la pertinente visita al taller para alargar la vida en buen estado de su coche y, por ende, evitar grandes averías que deriven en cuantiosos desembolsos. Un hecho del que los españoles parecen estar cada vez más concienciados pues, según datos de CONEPA, Federación Española de Empresarios Profesionales de Automoción, estos centros registraron un aumento del 4,3% en el número de operaciones realizadas en 2017 respecto al año anterior.
Pero ¿cuáles son los motivos principales del paso por el taller? Para averiguarlo, Autingo, la plataforma para calcular el precio de cada avería y reservar cita online en un taller, ha elaborado un ranking con las cinco reparaciones de coche más habituales, a raíz de las contrataciones de los usuarios hechas a través de su web y app.
1.- Sustitución del kit de embrague: según los datos obtenidos por Autingo, la sustitución del kit del embrague por uno nuevo lidera la lista. El embrague es clave para el buen funcionamiento del coche ya que éste asegura la conexión entre el motor y la caja de cambios permitiendo la circulación. Pero con el uso y paso del tiempo, éste se desgasta, ocasionando que patine y no transmita la potencia del motor a la caja de cambios, provocando una conducción peligrosa. Para su sustitución hay que tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, pero si se intuyen síntomas como que el coche se revoluciona al cambiar de marcha, este ha perdido fuerza o no puede con las pendientes, llegó la hora de visitar al mecánico. Autingo ha calculado a través de su plataforma que la reparación del kit de embrague costaría entre los 480 y 950 euros dependiendo del año, modelo y versión del vehículo
2.- Cambiar kit de distribución: el cambio del kit de distribución es la segunda reparación más contratada. Quizás el componente más conocido sea la correa de distribución, pero ésta no trabaja sola sino que va acompañada de poleas, tensores, bombas de agua, etc., formando así todo un kit que en su conjunto favorece el buen rendimiento del coche. Cuando uno de estos componentes se daña, lo más probable es que el resto de elementos relacionados con él también se vean afectados, por lo que antes de sustituir solo las piezas dañadas lo mejor es cambiar el kit al completo para que todos los componentes implicados en la distribución estén en perfecto estado. El coste de esta intervención oscila entre los 580 y 850 euros.
3.- Cambiar volante motor: este elemento trabaja para el correcto funcionamiento del vehículo ya que se encarga de acumular inercia y regularizar el movimiento del motor. Se trata de una rueda muy pesada colocada en el extremo del cigüeñal más próximo a la caja de cambios. El volante puede resultar dañado por hacer patinar el embrague de manera innecesaria. Las averías en el volante motor suelen generar ruidos molestos que son característicos con el motor en ralentí y al apagarse. Ante la sospecha de una avería, conviene realizar una revisión, con un poco de suerte el problema dependerá de otra parte del embrague y podremos sustituirlo a tiempo. El precio de un volante motor suele ser bastante elevado, cercano a los 800 euros.
4.- Cambiar pastillas de freno: las pastillas de freno están sometidas a un intenso desgaste cada vez que se usa el coche. El buen estado de las mismas ayuda a frenar correctamente el vehículo, pero a medida que éstas se van desgastando pierde capacidad de fricción y el frenado deja de ser seguro. Por esta razón, es importante revisar el estado de las pastillas con regularidad y cambiarlas en cuanto sea necesario para poder frenar de manera óptima y conducir con total seguridad. El coste de esta intervención ronda entre los 80 y 160 euros.
5.- Cambiar la correa de distribución: puede pasar de ser una intervención menor a convertirse en la reparación más costosa del vehículo. La correa de distribución tiene como misión principal sincronizar el funcionamiento del motor y si no se tiene cuidado en su mantenimiento puede romperse y dejar inservible nuestro coche. Aunque en ocasiones su rotura es imprevisible, en otras sí se puede evitar. Para ello hay que tener en cuenta las recomendaciones de los fabricantes, que normalmente aconsejan cambiar la correa cada cinco años o una vez alcanzados entre los 80.000 y 120.000 kilómetros y estar pendientes ante cualquier ruido anómalo en el motor. Al calcular en Autingo el coste se obtiene que sustituir la correa de manera preventiva supone unos 380 euros de media, dependiendo del modelo del vehículo. Si ésta llega a romperse, el precio de la reparación depende del número de componentes afectados, oscilando entre los 1.500 y 4.000 euros, o en el peor de los casos dar por perdido el coche.