
El cuidado óptimo de las diferentes partes del vehículo es esencial para alargar la vida de este, así como evitar averías indeseadas. No obstante, un buen mantenimiento también engloba el apartado estético, cuyo principal exponente es el estado de la pintura, que se va deteriorando con el paso del tiempo y los sucesivos lavados.
Precisamente dicha degradación de la tonalidad es lo que han comenzado a tratar de contrarrestar en el Centro Técnico de Nissan Norteamérica (NTCNA), en Michigan, creando una reproducción a escala de un centro de autolavado. El objetivo es poder analizar mejor el impacto de estos establecimientos sobre el color de la carrocería y, en consecuencia, mejorar la calidad y durabilidad de la pintura.
Este mini establecimiento está equipado con un rodillo giratorio con unos 10.000 cepillos azules, los principales causantes del deterioro, que giran a 180 rpm para dejar impecable el Nissan 370Z de miniatura que se ha utilizado para probarlo.
Según explica la firma, este proceso se ha repetido "miles de veces" emulando los diferentes pasos de los túneles de lavado real, y erigiéndose en el 'secreto' de Nissan para mejorar la calidad de la pintura que aplica a sus vehículos.