
El sistema de frenado de un vehículo es quizá lo más importante para una conducción segura. Tanto es así que a lo largo de los últimos años se han ido implementando de forma obligatoria sistemas como el control de estabilidad (ESP), en 2011, o el antibloqueo de frenos (ABS), en 2003. Ambos están pensados para actuar en sintonía y evitar que el coche derrape tras una frenada brusca.
Pero el ritmo frenético al que ha evolucionado el sector de la automoción en la última década ha traído nuevos sistemas para incremetar la seguridad. El último de ellos, previo a la tecnología de conducción semiautónoma, es el Autonomous Emergency Braking (AEB), el cual se encarga de frenar el vehículo de forma automática cuando sus sensores detecten que hay riesgo de colisión.
Sin embargo, este dispositivo aún se debe pulir más si no se quiere abocar a los túneles de lavado a su desaparición. Y es que, de acuerdo con BestRide.com, hasta 33 modelos de 14 marcas diferentes poseen un sistema de frenado inteligente que se activa de forma automática en los túneles de lavado inmovilizando el vehículo y haciendo imposible su uso. En concreto, las marcas que poseen alguno de estos coches que no están preparados para los túneles de lavado son Acura, BMW, Chrysler, Dodge, Fiat, Jeep, Lexus, Mercedes-Benz, Range Rover, Subaru, Tesla, RAM, Toyota, y Volvo. BestRide junto con la Asociación Internacional del lavado de coches han elaborado una lista en la que detallan los modelos.
Según recoge Forbes, este hecho se debe a que los sensores de estos vehículos no son capaces de diferenciar entre una pared o cualquier elemento ante el que se deben detener y la cortina o los rodillos que se emplean para el lavado de los vehículos. Un problema que no todos los coches pueden sortear dado que la gran mayoría de los sistemas de frenado automático no pueden ser desactivados por el conductor.
Las consecuencias de esta inadaptación de las nuevas tecnologías a un sistema tan arraigado y convencional como es el túnel de lavado ha provocado diferentes reacciones en los vehículos. Desde la activación del freno de mano de forma automática hasta llegar, incluso, a salirse de los carriles del túnel para evitar el supuesto accidente y acabar impactando con otro vehículo.
Cabe destacar, no obstante, que el sistema se activa solo cuando las ruedas giran, de tal forma que los túneles problemáticos son aquellos en los que el vehículo es empujado por algún empleado. Por tanto, los que disponen de cintas automáticas no suponen ningún problema.