Opel acaba de anunciar la vuelta de las históricas siglas GSi, la gama de modelos de altas prestaciones ubicada por debajo de los todopoderosos OPC, por medio de una nueva variante del Insignia con 260 CV. La presentación oficial tendrá lugar en el próximo Salón de Frankfurt a mediados de septiembre, mientras que los pedidos para España se habilitarán a mediados de noviembre.
"El GSi será uno de nuestros estrenos mundiales en el IAA de Frankfurt. Estén atentos, pronto veremos más". Así adelantaba Mark Adams, diseñador jefe dentro de Opel y Vauxhall, lo que unas horas más tarde se convertiría en una realidad, y ya con el modelo confirmado.
Tras la flamante llegada de la segunda generación, el Opel Insignia añade ahora el apellido GSi para contar con el chasis adaptativo FlexRide, una amortiguación que rebaja en un centímetro su altura, y frenos Brembo de cuatro pistones (diámetro 345 milímetros) que engalanan aún más las llantas de 20". En la parte trasera, un prominente difusor con dos salidas de escape cromadas acentúan el toque picante.
En el interior resaltan los asientos deportivos apoyacabezas integrados y decorados con un emblema GSi, el volante en cuero y los pedales de aluminio.
Bajo el capó, un motor de gasolina 2.0 litros turbo de cuatro cilindros da rienda suelta a una potencia máxima de 260 CV y un par de 400 Nm. Su consumo medio es de 8,6 l/100 km. Este propulsor se combina con una nueva transmisión automática de ocho velocidades que envía la fuerza a las cuatro ruedas. Además del 2.0 litros turbo de gasolina, el GSi también ofrecerá un nuevo y potente motor diésel más adelante.
Un aspecto digno de resaltar es el aligeramiento de 160 kg que se ha logrado en este modelo respecto al Insignia OPC 2.8 V6 Turbo de primera generación, gracias a lo cual estamos ante un coche "claramente más rápido". Para comprobarlo, el GSi se testó durante una vuelta en el circuito de Nürburgring, tal y como explica la marca, aunque no se facilitan los tiempos.
El Insignia GSi continúa una larga tradición de modelos deportivos Opel denominados GSi. Los primeros en provocar el entusiasmo de los aficionados fueron el Manta GSi y el emblemático Kadett GSi (1.8 litros y 115 CV) en 1984. Sólo cuatro años más tarde, el motor 2.0 litros DACT de 16 válvulas en el Kadett 2.0 GSi 16V entregó 150 CV. El primer Astra, sucesor del Kaddet, también ofreció este motor y en 1993 había una alternativa de 1.8 litros y 125 CV en el Astra GSi. El Corsa también gozó de un GSi en varias generaciones, comenzando con el Corsa A de 100 CV (1988) que se ha convertido en un clásico muy codiciado. El final de la línea fue en el Corsa D, en agosto de 2012.