
Carvana, una empresa especializada en venta de coches de segunda mano online, inauguró ayer en San Antonio su cuarta máquina expendedora de vehículos tras las implantadas en Austin, Houston y Nashville.
Sí, como suena. Con ocho pisos de altura, esta innovadora plataforma puede acumular hasta 30 coches que los clientes irán extrayendo. El procedimiento es sencillo: cuando estos realizan el pago, el sistema le da una una 'moneda' especial que debe introducir en la máquina para que active su brazo robótico que recoge el coche que el cliente compró online. Una vez lo baja, otro robot conduce el coche por un pasillo y lo aparca en una plataforma donde el cliente recibe su compra.
Este sistema revolucionario lo puso en marcha Carvana hace cuatro años y desde entonces va proliferando poco a poco. La finalidad es abaratar costes prescindiendo de los servicios del personal de los concesionarios y sorteando los costes derivados de la instalación (alquiler, mantenimiento...). De esta manera, el precio de los coches puede ser entorno a 2.000 dólares más barato que en otros concesionarios.
Según informa Bloomberg, la empresa ofrece garantías y financiación, aunque no permite realizar pruebas con vehículos antes de comprarlo. Si bien, admite devoluciones sin exigir justificación durante los siete días siguientes a la adquisición.