
Opel planea convertirse en una marca solo de coches eléctricos en 2030, una estrategia oculta que ahora se conoce al mismo tiempo que queda en el aire ante la posible compra de la todavía filial de General Motors por PSA.
Según informa la revista alemana Manager Magazin, Thomas Neumann, consejero delegado de Opel, lleva desarrollando varios meses una nueva estrategia para materializar un progresivo viraje hacia la electrificación en los productos de la compañía. Este pasa por una remodelación total de la producción que se culminaría en 2030, cuando Opel se separaría en dos, una "nueva y otra vieja".
No obstante, según informa el medio germano, la posible adquisición por parte de PSA Group, que ha cogido de imprevisto a la directiva de Opel, deja por el momento en el limbo los planes. En cualquier caso, estaba previsto que esta transformación se debatiese y en la Junta Directiva que celebrará la entidad el próximo mes de mayo.
La gran preocupación de Neumann era que Opel no gozase los recursos necesarios para poder producir de forma simultánea los trenes de propulsión tradicionales y eléctricos, con lo que el objetivo es dar este salto de forma segura en 2030, cuando se prevé que los vehículos eléctricos copen al menos un cuarto del total de las ventas de vehículos.
Para ello, Opel cuenta ya con las plataformas que montan el Chevrolet Bolt y el Opel Ampera-e, el supereléctrico que Europa espera con los brazos abiertos dado su gran rango de autonomía: 507 km -unos 380 km reales-. Este modelo se espera que llegue a España en 2018.