
Diseño, materiales exquisitos y mucha potencia para la primera embarcación de Lexus, que deja bien claro que la exclusividad de Lexus va más allá del asfalto.
No es el primero ni el último yate nacido en el seno de una marca de automóviles, pero no por ello deja de llamarnos poderosamente la atención el Sport Yatch de Lexus. Una embarcación que reúne todo el saber hacer de la división de lujo de Toyota y que se convierte en una pieza muy apetecible para aquellos que prefieren surcar las olas en lugar de rodar sobre el asfalto.
El departamento Toyota Marine, que lleva ya casi dos décadas funcionando, ha diseñado este yate deportivo de 12,3 metros de eslora y 3,86 metros de ancho con unas formas suaves y redondeadas que, en cierta medida, pueden recordar a las de los coches deportivos de la marca. El Lexus Sport Yatch Concept está hecho a base de fibra de carbono y para su construcción los japoneses han recurrido a la experiencia del grupo Marquis-Carver, situado en Wisconsin.
Eso sí, la mecánica que propulsa a este barco de Lexus es puramente nipona. Dos motores ocho cilindros en V de 5 litros, de aspiración natural, con 440 CV cada uno, dan vida al yate. En total, 880 caballos capaces de hacer que la embarcación alcance una velocidad punta de 43 nudos (80 km/h). ¿Y de dónde vienen estos V8? Efectivamente, de los deportivos de calle que conocemos: RC F, GS F y LC500. Lo mejor, suponemos, aparte de su sonido, que debe de ser espectacular cuando trabajan los propulsores al unísono, es que van ubicados en la popa y van tapados por una cubierta transparente que deja a la vista la mayor parte de sus componentes. Un gustazo para la vista.
Más allá de las prestaciones, el Lexus Sport Yatch Concept ofrece un mundo de lujo y confort a bordo. En su interior hay espacio para ocho pasajeros, que disfrutan de tapizados de cuero y madera por doquier. No falta un sofá para seis, un sistema de climatización, una cocina con nevera y hasta un cuarto de baño con ducha. La tecnología de última hornada también está presente en algunos elementos como las dos pantallas táctiles, una pequeña situada en el timón y otra de grandes dimensiones ubicada en el panel de instrumentos.
Aunque de momento este yate parece más un ejercicio demostrativo que una pieza con visos de realidad, nunca se sabe... quizá dentro de un tiempo lo veamos navegando en las aguas de algún puerto de renombre. Porque, eso sí, barato no será dada la exclusividad que lo rodea. Un buen rival para el AM37 de Aston Martin y el Arrow 460 de Mercedes-Benz, de los que ya hablábamos hace un tiempo en Ecomotor.