El grupo alemán Volkswagen estudia instalar en Barcelona un data lab o centro mundial de análisis de datos relacionados con la movilidad y la conducción eficiente, el tercero de la multinacional tras el de Múnich (Alemania) y San Francisco (Estados Unidos).
Según publicó este fin de semana El Periódico, el grupo mantiene contactos desde hace semanas con la Generalitat y con el Ayuntamiento de Barcelona, y el teniente de alcalde de Empresa, Cultura e Innovación, Jaume Collboni, viajó recientemente a la sede mundial del grupo en Wolfsburg (Alemania) para reunirse con la cúpula de Volkswagen y el presidente de Seat, Luca de Meo. Un grupo de directivos del grupo alemán ha visitado ya la capital catalana para concretar detalles del futuro centro, del que se desconoce aún su ubicación exacta, el número de empleos que generará y la inversión requerida.
El proyecto de este centro de análisis de datos para ganar eficiencia en la conducción coincide con la puesta en marcha en Seat, filial de la multinacional alemana, de una aceleradora de startups innovadoras en servicios de movilidad, según anunció Luca de Meo en el pasado Salón del Automóvil de París.
Por otra parte, las familias Piech y Porsche, que controlan más del 52% de Volkswagen, han prometido respaldar a la alta dirección de la empresa, dejando de lado viejas disputas mientras la compañía automovilística trata de superar el escándalo de las emisiones.
En una extraña entrevista en el Der Spiegel, Hans Michel Piech y Wolfgang Porsche comprometieron su apoyo para el presidente de VW, Hans Dieter Poetsch y el director general Matthias Müller, y dijeron que se mantendrían al margen de los asuntos operativos cotidianos de la mayor automotriz alemana. Las dos familias habían chocado cuando Ferdinand Piech era el representante de su clan en la junta de supervisión de Volkswagen.