Los clientes de Tesla en Noruega han demandado al fabricante estadounidense de coches eléctricos con el objetivo de que se les devuelva parte del dinero que se gastaron en la compra de sus coches, señalando que los modelos comercializados con un el 'Mode Insane', que permite una aceleración extrema, no cumple sus expectativas.
En concreto son 126 compradores de la versión del sedán Model S P85D los que están solicitando el reembolso - de cuantía no especificada aún - debido a que el coche no cumple con las especificaciones de potencia y velocidad, según Kaspar N. Thommessen, abogado del estudio jurídico Wikborg Rein. "Tiene muy poca potencia. Y, por supuesto, esto afecta el desarrollo del coche, según los consumidores", aseguró.
Tesla ha alegado que las pruebas que se han realizado de forma independiente demuestran que el modelo puede acelerar de 0 a 100 km/h por hora en una horquilla de tiempo de entre 3,1 y 3,3 segundos, cumpliendo así con las prestaciones que oferta.
A fin de esclarecer el asunto, el Tribunal del Distrito de Oslo ya ha convocado audiencias sobre el caso para mediados de diciembre.
Noruega es uno de los mayores mercados para Tesla y, en concreto, para el Model S, que se ve favorecido por las subvenciones estatales que fomentan las compras de coches eléctricos. Tesla ya no vende la versión P85D en Noruega y su sucesor, el P90D, cuesta en torno a 86.600 euros. Una situación que podría mermar un mercado fuerte para la firma de Palo Alto.
El modelo anterior era conocido por su opción de aceleración en 'Mode Insane' ('Modo demente') tras salir a la venta hace dos años, y, por aquel entonces, la revista estadounidense de investigación de productos Consumer Reports reveló que en las pruebas alcanzó los 100 km/h en 3,5 segundos.
Cabe recordar que no es la primera demanda que ocurre en Noruega por este asunto. El pasado mes de junio, la Comisión de Litigios de Consumo de Noruega dictaminó que cinco compradores del Tesla Model S P85D demandaron a la firma por una aceleración que no se corresponde con las prestaciones ofrecidas, por lo que condenaron a la firma a compensar con 50.000 coronas (5.490 euros) para cada cliente afectado.
