La larga agonía de la marca sueca Saab parecía haber llegado a su fin cuando tras un sonado culebrón protagonizado junto a Scania, General Motors y Spyker, fue adquirida en 2014 por un consorcio chino, bajo el nombre de National Electric Vehicle Sweden o NEVS. Entonces, los más optimistas y nostálgicos, creyeron que la antigua fábrica sueca de aeroplanos (Saab) volvería resurgir algún día no muy lejano.
No va a ser así pues los actuales responsables de la empresa ya han anunciado que su primer modelo 9-3 eléctrico llegará en 2017, pero no se llamará Saab sino NEVS. La sentencia es clara y la legendaria marca nórdica tomará el camino definitivo al valhalla, el cielo de los antiguos guerreros vikingos, tras siete décadas de historia y numerosas aportaciones deportivas y tecnológicas al mundo del automóvil.
La matriz de Saab, por su parte, explicó que la industria automovilística está cambiando rápidamente para adaptarse lo mejor posible a las sociedades que están sufriendo los problemas de contaminación y de tráfico y aseguró que su objetivo es situarse al frente de esta evolución.
"Con respeto sincero a nuestra historia y herencia, queremos ser reconocidos por nosotros mismos como un proveedor sostenible de soluciones de movilidad que está comprometido con el medio ambiente y que tiene un plan de crecimiento con su propia marca como pieza clave", concluyó el presidente de NEVS, Mattias Bergman.
