La crisis de Volkswagen, lejos de llegar a su fin, se agudiza un poco más cada día que pasa. Según anunciaron este lunes las autoridades alemanas, el escándalo de la manipulación de las emisiones de gases contaminantes en sus vehículos puede tener consecuencias penales para el ex presidente de la compañía, Martin Winterkorn, después de que la Fiscalía de Brunswick haya abierto una investigación contra su recién dimitido jefe por un presunto delito de fraude.
Pero es que el fabricante podría enfrentarse también a posibles sanciones en España. La organización de consumidores Facua ha reunido en solo tres días en una plataforma a más de 5.100 clientes para presentar una batería de denuncias contra la compañía.
Facua exigirá multas
La asociación exigirá multas proporcionales a la gravedad del fraude en el que la empresa ha incurrido durante casi una década, presentando esta misma semana una denuncia contra Volkswagen ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y acudiendo después a la Agencia Española de Consumo y a las direcciones generales con competencias en la materia de cada comunidad autónoma.
Todo ello sin descartar tampoco en un futuro emprender acciones legales en los tribunales si Volkswagen no asume los costes del fraude. "Se trata de un escandaloso atentado contra el medio ambiente y la salud de los consumidores además de un engaño a los compradores de 11 millones de automóviles, que implica tanto un enorme fraude a los consumidores como una grave práctica de competencia desleal", asegura el portavoz de Facua, Rubén Sánchez.
Facua se muestra muy crítica con el Gobierno al asegurar que "está actuando con una enorme irresponsabilidad al no plantear ni un ápice de crítica hacia la multinacional alemana, con declaraciones del ministro de Industria, José Manuel Soria, que abochornan y nos hacen desconfiar de que vaya a tomar medidas en defensa de los cientos de miles de afectados en España".
La empresa reveló este lunes, por otro lado, que más de tres millones de coches de las marcas Audi y Skoda, casi todos ellos en Europa, están entre los vehículos afectados, una información que puede ser devastadora para Volkswagen. Audi representó el 15% de los vehículos que el grupo vendió en el primer semestre de este año, compitiendo con Mercedes-Benz y BMW en el llamado segmento premium. Debido a su alto margen de beneficio, Audi generó más de 40% del beneficio operativo de Volkswagen.
Jürgen De Graeve, portavoz de la marca Audi AG, reconoció este lunes que alrededor de 2,1 millones de automóviles Audi tienen el software que está en el centro del escándalo de las emisiones. La gran mayoría de se vendieron en Europa, mientras que cerca de 13.000 fueron comercializados en Estados Unidos y Canadá. Audi explicó que los modelos afectados incluyen los modelos A1, A3, A4, A5, A6, TT, Q3 y Q5. La marca checa de Volkswagen, Skoda, también confirmó que alrededor de 1,2 millones de sus coches también se ven afectados. En los próximos días se espera asimismo que Seat detalle los modelos manipulados, aunque de momento se sabe ya que entre ellos figuran el Ibiza, el Exeo, el León y el Altea, que fueron montados en la fábrica de Martorell (Barcelona). Otros como el Alhambra, también podrían haber sido manipulados.
Investigación
Mattias Müller, nuevo presidente y consejero delegado de la empresa, se ha comprometido a llegar hasta el fondo del asunto y colaborar en todo momento con la fiscalía alemana. "El objetivo de las diligencias es, esencialmente, la clarificación de las responsabilidades", aseguró este lunes en un comunicado la Oficina Central para Delitos Económicos de la fiscalía.
En otras palabras, la investigación pretende resolver si la venta de los coches que falseaban los resultados de pruebas de emisiones constituye fraude, y determinar quién lo sabía. El abogado del Estado dijo la semana pasada que se estaba investigando quién es el responsable del engaño pero no había identificado a ningún sospechoso. En Alemania, las empresas no pueden ser acusadas de un delito; es decir, cualquier investigación se centrará en las personas que trabajan allí.
La investigación judicial se ha puesto en marcha por las varias denuncias contra el mayor fabricante de vehículos del mundo. Entre esas denuncias se encuentra una de la propia Volkswagen, pero en su mayoría proceden de ciudadanos particulares. Cualquier ciudadano alemán puede presentar una denuncia penal en contra de otra persona, y las autoridades están obligadas a investigar. La fiscalía ya había advertido la semana pasada que contemplaba abrir diligencias contra Volkswagen, ante la llegada de las primeras querellas que ha recibido desde que salieran a la luz las investigaciones de las autoridades medioambientales estadounidenses por el polémico trucaje.
El trabajo de la fiscalía se desarrollará de forma paralela a la investigación abierta por el Gobierno alemán, que la semana pasada creó una comisión en el seno del Ministerio de Transportes para investigar el caso. Volkswagen posee 12 marcas de automóviles, camiones y motocicletas, pero no todos utilizan los motores afectados.