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Crisis aguda del automóvil en EEUU: los tres mayores fabricantes del mundo están señalados por fraude

El engaño reconocido por Volkswagen sobre el trucaje de sus vehículos para que las emisiones contaminantes de estos se ajustaran a la normativa medioambiental en Estados Unidos ha convertido a la automovilística alemana en el último gran fabricante señalado en Norteamérica por fraude a sus clientes y a las autoridades.

Mientras Volkswagen Canadá ha decidido suspender las ventas de los modelos afectados y su filial estadounidense se plantea una medida similar, son numerosas las voces que señalan a una crisis general en el mundo del automóvil.

Al engaño de Volkswagen denunciado por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos hay que sumar otros ejemplos recientes de fraude de la industria en este país, que han causado que varios millones de vehículos hayan sido llamados a revisión.

VW, otro fraude tras Toyota y GM

Por ejemplo, el año pasado, Toyota, el segundo mayor fabricante mundial de automóviles, pagó una multa récord de 1.200 millones de dólares después de que el Departamento de Justicia determinase que durante años, la compañía sabía que algunos de sus modelos sufrían aceleraciones involuntarias pero ocultó el defecto. El problema, en unos casos causados por una alfombrilla defectuosa y en otros por los sistemas de control electrónico, causó centenares de accidentes en Estados Unidos con al menos 89 fallecidos y 52 heridos.

Y más reciente aún, la semana pasada, General Motors (GM), el mayor fabricante de automóviles de Estados Unidos, aceptó pagar una multa de 900 millones de dólares por ocultar durante años el defecto del sistema de ignición que afecta a millones de vehículos suyos. El defecto, correspondiente a modelos producidos por las marcas de GM antes de la creación de la nueva General Motors en 2009, permite la desactivación involuntaria y repentina del motor del vehículo, lo que desconecta sus airbag, dejando a sus ocupantes sin protección en caso de impacto.

El problema ha causado, al parecer, al menos 124 muertos y 275 heridos, según el fondo de compensación independiente creado por General Motors en 2014. Al anunciar la semana pasada la multa a GM, parte de un acuerdo que, como en el caso de Toyota, aplaza la imputación criminal de la compañía durante tres años, periodo durante el que el fabricante estará bajo vigilancia, las autoridades advirtieron a otras compañías.

Preocupación en Washington

El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo ayer en su rueda de prensa diaria que el Gobierno está "bastante preocupado" por las informaciones sobre el presunto fraude cometido. Entre las medidas que el Gobierno estadounidense emprenderá contra Volkswagen, se incluye multar a la compañía por el fraude que afecta a unos 482.000 vehículos en el país.

En teoría, el Grupo Volkswagen podría ser multado con 37.500 dólares por vehículo fraudulento, lo que supondría una factura de 18.000 millones de dólares.

No obstante, a la vista de las multas recibidas en los últimos meses por otros fabricantes de automóviles que engañaron a las autoridades estadounidenses y defraudaron a los consumidores, Volkswagen verá reducida la cuantía de forma significativa, especialmente si, como la compañía ha anunciado, colaborará con Washington en la investigación.

"El anuncio de hoy es un mensaje para los fabricantes: los engaños y los retrasos son inaceptables, y el precio por ese comportamiento es elevado", explicó el secretario de Transporte de Estados Unidos, Anthony Foxx.

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