
El AeroMobil, un prototipo de coche volador que está siendo desarrollado por ingenieros eslovacos, ha sufrido esta semana un serio revés, después de que su inventor, Stefan Klein, lo estrellase mientras realizaba pruebas de vuelo.
El vehículo de Klein perdió la sustentación y comenzó a caer a plomo sin que el conductor/piloto pudiese recuperar el control, por lo que activó el paracaídas con el que está equipada esta peculiar aeronave. Eso evitó todos los daños a Klein, que no ha sufrido heridas de consideración, pero destrozó por completo la aeronave.
Calificando el incidente como "parte natural" del proceso de desarrollo, la compañía que dessarrolla el AeroMobil no se da por vencida y asegura que lo utilizará para mejorar el diseño de su aparato, que saldrá a la venta por 200.000 euros.
AeroMobil es un vehículo biplaza de seis metros de largo y 449 kilogramos de peso, tiene alas plegables de fibra de carbono y un motor de gasolina Rotax 912.
Con las alas desplegadas, el Aeromobil 3.0 posee una envergadura de 8,3 metros y una longitud de 6 metros. Está dotado de dos volantes, uno para tráfico terrestre y otro para vuelo, siendo la velocidad de despegue de 130 kilómetros por hora.
Puede alcanzar los 200 kilómetros por hora en el aire, y el que se ha estrellado esta semana en Eslovaquia era uno de los primeros prototipos en superar los test de vuelo, el pasado mes de octubre.