
Lo habitual en España, sobre todo cuando se reside en una localidad alejada de la montaña, es que los conductores no sepan montar las cadenas en las ruedas del coche en caso de que sea necesario en la subida de un puerto con nieve, y mucho menos que existen hasta cuatro tipos diferentes.
Lo mejor en esos casos es utilizar neumáticos de invierno, desarrollados precisamente para aportar un gran agarre en situaciones de asfalto en condiciones extrema. Pero como no todos frecuentamos zonas frías ni podemos contar con dos juegos de ruedas, para esas ocasiones puntuales en los que la calzada se cubre de nieve, la mejor solución son las cadenas.
Pero ¿qué tipo de cadenas hay? ¿Cuáles conviene montar en los neumáticos del coche según la ocasión? Repasamos con la ayuda de la alquiladora Sixt algunos consejos para saber cómo proceder cuando llegue el momento de recurrir a las temidas cadenas.
Existen cuatro tipos de cadenas y todas ellas deben ser montadas en las ruedas motrices: en los vehículos de tracción delantera las cadenas se colocarán en las ruedas del eje delantero, en los de propulsión irán en el trasero y en los coches con tracción integral o 4x4, lo ideal sería montar las cadenas en las cuatro ruedas; los todoterrenos suelen equipar neumáticos M+S que pueden circular por nieve y no necesitan cadenas, pero si no es el caso y sólo tenemos una pareja, lo más adecuado es instalarlas en el eje delantero para tener más control sobre la dirección.
Consejos para montar las cadenas
Eso sí, sea cual sea el tipo de cadena, se debe montar sólo cuando el asfalto esté cubierto de nieve, ya que en caso contrario se degradarán muy rápido y se pueden dañar neumáticos y las suspensiones. Además, se debe circular despacio, a una velocidad no superior a 50 km/h y es recomendable limpiarlas después de su uso para que no se oxiden las partes metálicas o se deterioren las plásticas y textiles. Y no olvide que hay tallas, no todas las cadenas valen para todas las ruedas.
Cada modelo tiene un montaje diferente, pero para todas debe seguirse unas pautas. Lo primero es la seguridad: si es posible, conviene detener el coche en un lugar seguro, señalizar con los triángulos de avería, encender las luces de emergencia y de posición (mejor si son las de cruce y dejamos el motor arrancado con la calefacción puesta para que los acompañantes no se enfríen). Mucho cuidado con los posibles resbalones, ya que el firme estará resbaladizo, y es recomendable ir bien abrigado y llevar junto a las cadenas unos guantes, ya que con el frío los dedos pierden sensibilidad, se complica el montaje y también es más fácil hacerse heridas.
Tipos de cadena
Repasados los consejos básicos, ¿qué tipos de cadena hay?
Cadenas metálicas
Son las de toda la vida, están compuestas por finas cadenas con eslabones metálicos (generalmente de acero) y suelen llevar un aro metálico o un cable de acero que se sitúa en la parte interior de la rueda y uno o varios tensores en la parte exterior. Son las más económicas, pero también las más complicadas de montar y las que más traqueteos producen en la dirección al circular, dificultando el correcto funcionamiento del control de estabilidad o ESP (se recomienda desconectarlo si es posible). Además, pueden arañar las llantas y, si se sueltan, pueden provocar graves daños en el vehículo.
Cadenas de tela
Las cadenas de tela o textiles son las más populares por su sencillez de montaje y escaso peso. Son más caras que las metálicas, pero han reducido mucho su precio en los últimos años. Se trata de una funda textil que recubre la banda de rodadura del neumático y para colocarlas tan sólo hay que envolver la rueda con ellas, operación que se realiza en menos de tres minutos. Algunas cubren por completo la parte exterior de la llanta y otras llevan los tensores a la vista, pero el funcionamiento es el mismo y no hay posibilidad de dañar la llanta. En marcha son las más suaves y apenas interfieren en la conducción, pues no distorsionan el funcionamiento del ESP. La mayor pega es el rápido desgaste que sufren y su fragilidad, razón por la que no están indicadas para un uso frecuente y pueden desgarrarse con más facilidad que el resto de modelos.
Cadenas de red
También llamadas compuestas, este tipo de cadenas están formadas por una red de cables plásticos enfundados en material textil y unidos por argollas metálicas. Esta red envuelve la banda de rodadura del neumático y se montan de forma similar a las de tela pero con mayor tensión y, por lo tanto, mayor esfuerzo. En marcha son similares a las textiles, pero tienen una duración mucho mayor y tampoco es necesario desconectar el ESP.
Cadenas semiautomáticas
Las famosas Spikes Spider son unas cadenas pensadas para una utilización muy frecuente. Se componen de una parte fija que siempre va anclada a la llanta y una parte desmontable (las propias cadenas) formadas por un armazón plástico y brazos de goma con pequeños clavos metálicos, bandas de plástico o cadenas, dependiendo del modelo. Se montan y desmontan en cuestión de segundos y son las mejores en situaciones de mucha nieve o hielo. Tienen una vida prolongada, pero el precio puede ser diez veces mayor que el de unas cadenas de tela.
¿Cadenas líquidas?
Además de estos tipos de cadenas existen las mal llamadas 'cadenas líquidas', un spray que se aplica sobre la banda de rodadura del neumático y nos sirve para salir de una situación comprometida, porque aumenta la adherencia del neumático momentáneamente. Dura sólo unos kilómetros y no es válido para circular si es obligatorio el uso de cadenas.