
El Grupo Volkswagen planea comercializar sus automóviles con un dispositivo que registre toda actividad de cada viaje como si de una caja negra se tratase y ya ha empezado a vender algunos de sus modelos equipados así en el mercado austríaco.
El Dibox, como se denomina este dispositivo que pretende medir la demanda europea de servicios para los vehículos conectados, permite al usuario acceder a los datos del coche a través de un teléfono inteligente y está disponible para modelos tanto actuales como antiguos de las marcas Volskwagen, Audi y Porsche en Austria. El sistema, que se conecta con el sistema electrónico del vehículo, tiene un costo de 299 euros, además de una cuota de suscripción anual de 49 euros.
Al ofrecer la Dibox también para los vehículos más antiguos, "estamos democratizando el coche conectado", asegura Alain Favey, jefe de Porsche, en un comunicado.
Volkswagen tiene un objetivo de venta de 6.000 'DiBoxes' a lo largo de este año para finalmente ofrecer el dispositivo para otras marcas del grupo automovilístico alemán y llevarlo también a otros mercados europeos.
El paso de Volkswagen en la tendencia hacia los coches cada vez más inteligentes se ve apoyado también por la acción de los reguladores: la propia Unión Europea exigirá que los vehículos nuevos estén equipados con un sistema que avise automáticamente a los servicios de emergencia después de un accidente grave en 2018..