Motor

Cómo Fiat casi arruina el proyecto Hellcat para los muscle cars de Chrysler

Lo dice el jefe de motores de SRT, que en 2011 tuvo que batallar con una cúpula directiva reacia al desarrollo del 'políticamente incorrecto' motor 6.2 V8 de 717 CV que hoy anima a los Dodge Charger y Challenger Hellcat.

Hace unos meses adelantábamos los primeros datos acerca de los Dodge Challenger y Charger SRT Hellcat. Dos modelos que, aunque no nos tocaban muy de cerca a los europeos, sí merecían atención porque dejaban bien claro que los muscle car americanos estaban muy vivos. Y esto algo que todo amante del motor debería celebrar, ya que es una buena noticia saber que la parte pasional del mundo del automóvil sigue viva. Por un momento olvidamos la ultraeficiencia y las medidas políticamente correctas para sumergirnos en ese mundo de sensaciones que sólo es capaz de ofrecer un imponente motor Hemi V8 de 6,2 litros y 717 caballos de potencia.

Pues bien, cuando el grupo Fiat compró Chrysler en el año 2011, a punto estuvo de tirar por la borda este proyecto. La cúpula directiva se negó en rotundo a desarrollar este imponente motor, suponemos que por considerarlo poco relevante en el panorama actual. Durante cuatro meses los ingenieros vieron como su idea se quedaba en la cuerda floja, hasta el punto de que se llegó a paralizar el proceso por completo.

Todo esto lo sabemos gracias a que Chris Cowland, máximo representante de la división de motores de SRT, ha decidido contar lo que él y su equipo vivieron hace ahora tres años. Una historia en la que hubo arduas negociaciones con los directivos italianos, que tenían la vista puesta en acciones más fructíferas para el grupo que el simple hecho de desarrollar un par de modelos sobrepotenciados. Al final la cosa salió adelante gracias a que en el seno de Dodge consiguieron transmitir a Fiat la importancia de lanzar al mercado este motor 6.2 V8 de 717 CV que, no sólo se iba a convertir en el más potente de su categoría, sino que su dotación tecnológica se podría implementar en un futuro cercano a otros modelos del grupo.

La decisión fue acertada, pensamos, ya que los Dodge Charger SRT Hellcat y Challenger SRT Hellcat han logrado una repercusión insólita a nivel mundial desde que salieron a la luz. Nos alegramos, también, de que en plena era de la cordura y las buenas maneras, aún siga quedando un pequeño hueco reservado a la locura y la sinrazón de estos vehículos tan especiales, capaces de poner una nota de color en un -a veces- aburrido panorama automovilístico.

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