Los precios de la gama Infiniti bajan durante un corto período de tiempo como parte de la nueva estrategia de crecimiento de la marca. Hay un Q50 disponible por 29.900 euros.
Algo importante se cuece en Infiniti. Si en este momento puede decirse que es una marca superventas sólo al otro lado del charco (en EEUU vendió 120.000 unidades el año pasado, más que Volvo, Porsche o Jaguar) la pretensión es, a partir de ahora, expandirse también al resto del mundo. La idea es convertirse en una marca global y para ello hay que adaptar la fabricación, la orientación del producto a las necesidades de cada mercado y lo más fundamental de todo, atraer a los clientes con una buena política de precios.
En este sentido la firma japonesa acaba de presentar una campaña de relanzamiento, que entra en vigor el próximo lunes día 16 y que deja los precios de gran parte de su gama 'por los suelos'. Entiéndase esta última afirmación no en sentido estricto sino teniendo en cuenta la importante rebaja llevada a cabo. Los modelos a los que afecta esta campaña son la berlina Q50 y los SUV QX50 y QX70.
¿Sus precios de arranque? En el caso del primer modelo citado la factura es de 29.990 euros para el 2.2d de 170 CV; los dos todocamino, en sus versiones 30d (238 CV) cuestan 41.990 y 49.990 euros, respectivamente. Si ponemos en relación estas cifras con los 34.900, 55.950 y 68.500 euros que figuran en el listado aún vigente, sin duda parece un buen momento para acudir al concesionario. En cualquier caso, la oferta está disponible hasta el 31 de julio o hasta agotar existencias.
Cambio de rumbo
Esta campaña coincide con el reciente cambio de nomenclatura al que ha sido sometida toda la gama -con intención de simplificar-, en el que toma protagonismo la letra 'Q'. Atrás quedaron las denominaciones EX, FX, G ó M para denominar a los distintos modelos de la marca. Desde ahora hay que acostumbrarse a ver las inscripciones Q50, Q60 y Q70 en las berlinas y coupés, mientras en los crossover ya figuran impresos los anagramas QX50 y QX70. Una operación de marketing, sin más, con la que Infiniti espera mejorar la identidad de la marca.
Entre los planes a corto y medio plazo para aumentar el volumen de ventas figuran la llegada de un nuevo modelo a la gama perteneciente al segmento C, que compartirá un gran número de componentes con el Mercedes Clase A (el grupo Daimler forma parte de la alianza Renault-Nissan). Se llamará Q30, contará con tres variantes de carrocería entre las que no faltará un SUV y se hará realidad en 2015. También el Q50, que es la berlina de acceso, dará la bienvenida este mismo año a un nuevo motor de gasolina que complementará a los actuales diésel e híbrido; por su parte, la oferta de modelos seguirá creciendo con los futuros Q80 (en la marca aseguran que se trata de un rival del Porsche Panamera), Q20 y QX20.
Con este cambio de estrategia Infiniti pretende triplicar sus ventas a nivel mundial en los próximos cinco años, un objetivo que se antoja bastante optimista teniendo en cuenta la situación actual del mercado pero que, en el seno de la marca, consideran alcanzable.