Compartir trayectos en coche y taxi con personas que hagan una misma ruta, alquilar un vehículo sólo las horas o días que se necesita y obtener una rentabilidad por ocupar una plaza de parking las horas que está libre son algunas propuestas de consumo colaborativo dentro del ámbito de la movilidad que están ganando adeptos en grandes ciudades como Barcelona. Estas alternativas de movilidad permiten a los ciudadanos optimizar recursos, conseguir unos ingresos extra, conocer gente y contribuir a una movilidad más sostenible.
Alquiler entre particulares
"El propietario de un vehículo ingresa 1.500 euros al año de media por poner en alquiler su coche cuando no lo utiliza", explica Mar Alarcón, fundadora de Social Car. Esta empresa, que nació en Barcelona a mediados de 2011, cuenta con una red de 5.000 vehículos de particulares y más de 25.000 usuarios registrados en su portal, que gestiona el alquiler de vehículos entre particulares (peer to peer carsharing).
Cada propietario decide el precio de alquiler de su coche por hora, día y semana, con una media de 34 euros al día. Para garantizar el servicio, los vehículos registrados en Social Car disponen de un seguro especial que cubre tanto el uso particular como el alquiler del coche. "La media de alquiler es de dos días y medio, pero el alquiler para una semana y un mes está creciendo", apunta Alarcón, quien añade que los turistas que vienen a Barcelona a pasar unos días y alquilan un vehículo durante su estancia ya supone un 5 por ciento.
Vehículos de una empresa
Otra modalidad de transporte colaborativo es el carsharing, un servicio que Avancar implantó en Barcelona en 2004, que consiste en que múltiples usuarios utilizan de forma individual las horas que lo necesitan una flota colectiva de vehículos, propiedad de una compañía. Madrid y Barcelona, cerca de poder compartir coches con el carsharing de BMW.
Esta empresa, que se unió a la estadounidense Zipcar en 2012, suma más de 9.000 socios en España que pueden hacer uso de una flota de más de 150 vehículos repartidos por aparcamientos de la capital catalana. A través de esta plataforma, los socios de Avancar, que pagan una cuota anual de 45 euros, pueden reservar por Internet desde una hora hasta siete días un vehículo, que se abre con la tarjeta de socio. Cada reserva, con un precio de seis euros la hora, incluye el carburante, el seguro y 80 kilómetros de recorrido. Con este sistema, un conductor se puede ahorrar una media de 4.000 euros al año con respecto a tener un coche particular. Tal y como concreta Josep Sala, director general de la Avancar, uno de los perfiles de los usuarios son personas que viven en la ciudad y hacen un uso puntual del coche, por ejemplo para hacer una escapada los fines de semana.
Trayecto
con acompañantes
Otros ciudadanos optan por compartir su coche con otras personas que realizan el mismo trayecto, una modalidad denominada carpooling. Esta alternativa permite a los conductores y pasajeros ir acompañados, conocer gente y compartir los gastos del viaje, tal y como reconoce Francisco Fuentes, que unas cuatro veces al mes hace un trayecto internacional entre Tarragona, Barcelona, Montpellier y Lyon (720 kilómetros), que anuncia en la plataforma Blablacar.
Este portal, implantado en España desde hace cuatro años, conecta conductores con asientos libres y pasajeros que quieren viajar hacia un mismo lugar. Hasta ahora, este servicio ha sido gratuito para los usuarios, pero a lo largo de este año la empresa está activando la reserva online en su web, sobre la que se comenzará a cobrar a los pasajeros unos gastos de gestión del diez por ciento. Este mes de mayo hay programados 1.524 viajes con origen Barcelona y 1.505 viajes con destino a la capital catalana.
Taxi compartido
A finales de 2012 se creó en Barcelona la aplicación Join Up Taxi, que permite a los ciudadanos compartir los gastos del trayecto en taxi hacia determinados destinos, como el aeropuerto o lugares céntricos o eventos. Los interesados pueden reservar un taxi de forma individual o compartida hasta con una semana de antelación. Es un servicio gratuito para los usuarios, mientras que los taxistas pagan una comisión por cada viaje realizado.
Recientemente ha llegado a Barcelona Uber, una aplicación que permite a cualquier usuario transportar con su propio vehículo a otros ciudadanos. La empresa ha fijado una tarifa de un euro, más tres céntimos por minuto, más 75 céntimos por kilómetro, con un mínimo de consumo de tres euros.
Alquilar una plaza de aparcamiento
Con el propósito de proporcionar a los propietarios de aparcamientos una rentabilidad y para que los ciudadanos aparquen por 1,4 euros la hora, Jaume Major puso en marcha en 2013 WeSmartPark. Este proyecto permite tanto a hoteleros, empresas, inmobiliarias, parkings públicos y particulares ingresar hasta 600 euros al mes por alquilar su plaza de aparcamiento las horas que está libre. En la actualidad, la red de WeSmartPark está integrada por más de 1.500 plazas de aparcamiento repartidas en 35 parkings de la capital catalana.