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¿Tuvo el ahorro de costes la culpa del defecto mortal en los coches de GM?

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General Motors se encuentra sumida en su mayor crisis de reputación desde la bancarrota de 2009 tras la acusación de no haber puesto remedio a conciencia a un defecto en cientos de miles de coches detectado hace una década y que podría haber causado más de 300 muertes desde entonces. Ahora, Bloomberg ha vinculado el clima en el que se generó aquel fallo con los problemas financieros del gigante de Detroit por entonces.

En los albores del nuevo siglo, cuando se concibieron la mayoría de los coches afectados ahora por la llamada a revisión masiva, General Motors veía cómo sus márgenes de beneficios se iban reduciendo conforme avanzaban los costes laborales y retrocedía su liderazgo en el mercado estadounidense, mermado por el fallido plan para fabricar coches pequeños más rentables mediante el desarrollo de forma conjunta con el Grupo Fiat.

En aquellos días, en que se proyectaban sobre la mesa de diseño algunos de aquellos modelos, un ingeniero reunió a más de una docena de gerentes con el objetivo de darles un mensaje: había que construir más barato. El técnico en cuestión era Gary Altman, ingeniero jefe de modelos, quien recomendó al grupo que debían encontrar otras formas de reducir los costes, orientaciones que contemplaba la sugerencia de aprovechar las piezas de los modelos ya existentes para los próximos Chevrolet Cobalts y Saturn Ions, según una fuente citada por Bloomberg que estuvo presente en aquella reunión. Aquellos dos modelos están ahora entre los llamados a revisión por un defecto en el sistema de arranque que, como mínimo, ha causado un total de 13 víctimas mortales.

Aunque el mensaje de Altman no persiguiera en modo alguno la construcción de coches inseguros, aquella recomendación conocida ahora sí es reveladora por cuanto refleja el clima de preocupación e impaciencia que regía en aquel contexto: los coches eran producto de una reducción de costes y de proveedores presionados, afirma Bloomberg de acuerdo a lo descrito por cinco miembros de General Motors conocedores de aquella gestión que duró hasta la quiebra de 2009.

Investigadores y reguladores estadounidenses buscan ahora una explicación sobre qué salió mal y por qué, a pesar de conocer los fallos, el fabricante de automóviles más grande del mundo tardó tanto tiempo en retirar los vehículos afectados del mercado.

El 'coste chino' impuesto a los proveedores

GM también comenzó a presionar a su proveedor y exfilial de componentes Delphi Automotive para ahorrar céntimos en el precio de cada parte de aquellos coches, según varias personas familiarizadas con lo que llaman el "coste chino": si los proveedores no podían igualar el precio, GM amenazaba con externalizar la producción en el extranjero.

"Fue una situación caótica dentro de General Motors en aquel entonces", recuerda Maryann Keller, una veterana analista del sector automovilístico que ha escrito dos libros sobre la empresa. "Era una empresa que sufría la caída de sus márgenes y estaba desesperada por bajar los costes. Así que ingenieros y proveedores se encontraban bajo una gran presión para hacer todo lo posible para mantener los costes".

En ese ambiente, los componentes básicos podrían haber gozado de una baja prioridad, lo que lleva a Bloomberg a citar el interruptor de encendido que GM de los modelos afectados. El derecho a fabricar dicho componente había sido obtenido por Eaton, un fabricante con sede en Irlanda, de acuerdo a los documentos revelados con la demanda por homicidio presentada en contra de GM. Delphi compró la división Eaton en 2001.

Los orígenes del fallo

El interruptor costaría "de dos a cinco dólares" de producir, ha explicado el actual CEO de Delphi. "Continuamos cooperando con GM para alcanzar una solución eficaz", asegura Claudia Tapia, portavoz de Delphi , quien no ha entrado sin embargo a discutir la relación de Delphi con GM durante el desarrollo y la producción de los coches afectados.

El fallo se debía a que una parte de ese componente defectuoso era tan débil que simplemente un llavero demasiado pesado o una circulación por un terreno abrupto podía haber causar que el sistema de encendido se colocaraen la posición de apagado y se desconectara el motor, la dirección asistida y también los airbags.

"Era una parte tan barata que tienes que decir: 'Bueno, ¿por qué no hacen algo al respecto?'", dice Keller. "Pero estás hablando de una empresa que estaba bajo una creciente presión para estabilizar sus finanzas, algo de lo que no era capaz, y fue contando totalmente cada moneda de un centavo", concluye.

El problema de otro

Y de aquellos polvos vienen estos lodos que hoy sufre un cuerpo regente que poco o nada tiene que ver ya con el anterior. "La GM de hoy está totalmente centrada en el presente. Nuestra principio rector es poner al cliente en el centro de todo lo que hacemos".

Ahora, la nueva consejera delegada, Mary Barra, que apenas lleva dos meses en el cargo, se ha disculpado reiteradamente por los "trágicos acontecimientos" y ha puesto en marcha una investigación interna, cuyo comité abrirá ella misma respondiendo el próximo día 1 de abril.

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