Cuatro millones de usuarios respaldan BlaBlaCar, una plataforma que pone en contacto a conductores y viajeros que vayan al mismo sitio y quieran reducir costes: el trayecto Madrid-Valencia en coche compartido cuesta unos 15 euros. Nicolas Brusson es cofundador y CEO de BlaBlaCar.
Para ustedes, la crisis ha sido algo casi positivo, ¿no?
Bastante. La gente gana menos, y la gasolina cada vez cuesta más. Los números no salen, y pagar un coche acaba siendo un problema. En España estamos creciendo más rápido que en Francia, y eso que los españoles son más reticentes a la hora de compartir coche, porque lo consideran una marca personal del estatus social.
¿Se muestra la gente muy reacia a compartir vehículo?
La confianza es primordial para que funcionemos. Gracias al auge de las redes sociales, la gente está más dispuesta a dar sus datos, y el resto de usuarios se fía más si existe esa información. Nos guiamos por un patrón que hemos diseñado, el dreams. Cada letra (en inglés) representa un factor que interviene en esa confianza. Declarar, Puntuar, Comprometerse, Actividad, Moderación y Social son los pasos fundamentales. Y funciona: los usuarios de nuestra comunidad tienen más confianza entre ellos que en un vecino.
Viajar de Madrid a Valencia con BlablaCar cuesta unos 15 euros. Un éxito garantizado, ¿no?
Son los conductores los que eligen el precio, y no depende sólo del tipo de coche o carburante, sino más del conductor. Si uno con un perfil completo y 20 comentarios favorables pide 19 euros, llenará el coche. Sin embargo, si eres nuevo, sin datos, ni foto, ni puntuaciones, por mucho que tengas un Mercedes y pidas 12 euros, será mucho más difícil. Si haces el trayecto Madrid-Valencia dos veces al mes y viajas a través de BlablaCar, a final del año como conductor te ahorras unos 2.500 euros de media.
No tienen publicidad en su web. ¿De qué vive BlaBlaCar?
En Francia, la gente paga al conductor a través de Internet, y nosotros nos llevamos una comisión. En España todavía no se hace así, porque al principio los usuarios prefieren pagar en persona. Aún así, llegará pronto, porque al final te fías más de que el conductor aparezca si le has pagado de antemano, y éste, a su vez, de alguien que ha pagado por adelantado.
Un nombre curioso, sobre todo porque el original, 'co-voiturage', era mucho más serio.
Nos dimos cuenta de que lo que más preocupa a los viajeros es si tienen que hablar mucho. Por ello, pueden declararse "bla" si son muy poco habladores, "blabla" si les gustaría entablar conversación y "blablabla" si no hay quien les calle. Y lo cierto es que el nombre funciona mucho mejor que el original. En Google, ya se busca más BlaBlaCar que "compartir coche".
¿Viaja usted con BlaBlaCar?
Yo lo usaba mucho para ir a ver a mi novia. Era un manera de viajar muy barata, y además así saber qué opinaban los usuarios, qué les gustaba y qué no. Eso nos permitió tener una gran evolución basada en los propios usuarios. Por ejemplo, lo de poner notas se nos ocurrió así, o lo de Ladies Only, para las mujeres que prefieren viajar solas.