Motor

¿Por qué se siguen vendiendo coches que suspenden las pruebas de seguridad?

Los coches son cada vez más seguros y ello ha repercutido en una menor tasa de siniestralidad vial, pero en el mercado aún se venden modelos que no cumplen con los estándares mínimos que exigen las grandes organizaciones que velan por valorar la seguridad de los automóviles.

Así lo denuncia Global NCAP, una fundación que trata de garantizar información independiente sobre la seguridad en los vehículos a motor, cuyos datos revelan que uno de cada tres coches que se vendieron en 2011 no aseguraban los requisitos mínimos que todos los vehículos deberían cumplir en la resistencia frente a colisiones.

A esta media contribuye sobre todo la situación en países emergentes o poco desarrollados, pero también en los mercados occidentales se comercializan modelos que no terminan de sacar una buena nota en los test de seguridad realizados por organismos como EuroNCAP o su homólogo estadounidense, la Insurance Institute for Highway Safety. Por ejemplo, en 2012, modelos como el Toyota Aygo o el Dacia Lodgy apenas obtuvieron tres de las cinco estrellas que otorga el programa europeo tras sus test de seguridad; también el año pasado se 'estrelló' en estas pruebas el comercial Renault Trafic, que se quedó con sólo dos estrellas. Todos ellos se venden en España.

"En mercados emergentes, estamos viendo la importancia crítica de la integridad de la estructura del cuerpo de los automóviles en combinación con mejores sistemas de retención. Sin ellos no vamos a ver la reducción necesaria en las muertes y heridos", explica David Ward, secretario general de Global NCAP. "Los fabricantes deben considerar la posibilidad de un compromiso de que en 2020 no habrá vehículos fabricados en cualquier lugar que no cumplan estas normas", precisa Ward.

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