La inestabilidad de la economía italiana ha llevado a una crisis de demanda en el mercado automovilístico sin precedentes en el país transalpino: tras el desplome del 19,9% en las ventas de 2012, el sector espera cerrar este año con una caída aún mayor, del 21%, hasta niveles inéditos desde 1966. La situación no puede ser más difícil para la industria local y, en especial, para Fiat.
Por ello, en un momento en que cientos de concesionarios están cerrando y las fábricas funcionan a media capacidad, el grupo automovilístico italiano, cuyas ventas en su mercado local representan un 56% de todas sus entregas en Europa, está tratando de hacerse más fuerte en Alemania con un incremento de ventas propiciado por una política de fuertes descuentos por encima de la media de la competencia.
"Los fabricantes buscan la demanda en otros sitios, por lo que se convierte en una guerra de precios a nivel europeo, no sólo en Italia", advertía Serio Marchionne, consejero delegado de Fiat, en declaraciones pronunciadas en Ginebra el pasado día 19 de marzo.
Pero con los mercados de España, Francia y la propia Italia cayendo a marchas forzadas, el grupo italiano ha decidido girar hacia Alemania en busca de más volumen de ventas ofreciendo descuentos del 16,5% de media en su gama de vehículos. Además, otros acontecimientos como la reciente firma del patrocinio del club de fútbol Eintracht de Frankfurt para los próximos tres años constituyen un indicio del nuevo camino que quiere seguir
Pero hay un problema, el margen de maniobra es escaso Al hecho de que Fiat no es el único con esta táctica -otros fabricantes también se están sumando a esta germanización de su negocio con descuentos medios del 11,7% sobre el precio de venta-, ha de sumarse la incipiente contracción que también está sufriendo el mercado alemán, que cayó un 12% en el primer trimestre del año.
A juicio de Marchionne, Fiat se está viendo perjudicada por una caída de la confianza de los consumidores agravada por la crisis política, mientras ve caer su mercado en Italia a un ritmo del 9,3% en lo que va de año. Por ello, confía en que sus ventas en Alemania contrarresten el desplome de su mercado local. Si será ésta su salvación europea o no, habrá de verse en sus resultados de los próximos meses.
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