El sector del automóvil en Alemania había logrado esquivar la crisis, pero al final ha acabado contagiándose de la situación del resto de grandes mercados de la región: aunque no es el primero, un claro síntoma de dicho contagio lo constituyen las ofertas que está llevando a cabo Mercedes-Benz en el país teutón, que se igualan ya a las promocionadas por otros fabricantes con una coyuntura más negativa, como Renault.
Hasta 3.000 euros de descuentos está ofreciendo la firma de lujo perteneciente a Daimler en Alemania, precisamente la misma cantidad que rebaja la marca del rombo en el precio de su Megane; y no lejos de lo que ofertan otros fabricantes como Ford o General Motors en sus compactos, cuyo descuento ronda los 3.500 euros en este país.
Los descuentos en el mercado germano de coches crecieron en septiembre una media del 12,2%, lo cual supone el nivel más alto desde 2010, según datos de la publicación Autohaus PulsSchlag. Las marcas tratan así de incentivar unas ventas que el pasado mes cayeron un 11% y que, de seguir el ritmo actual, cerrarán el año, como le sucedió en España el curso pasado, en niveles de 1993.
Por esta razón, fabricantes como Volkswagen o la propia Mercedes-Benz, que hasta hace bien poco habían sorteado la crisis del sector gracias a su fuerte posición en su mercado loca, empiezan a resentirse de los problemas de los que han estado adoleciendo los Renault, Fiat, Peugeot, etcétera en los últimos años. Por ejemplo, la marca Volkswagen vendió en septiembre un 20% menos de coches que en el mismo mes de 2011, lo cual repercutió inevitablemente en sus cifras en Europa, que cayeron un 14%.
Pero si los datos actuales son malos, las previsiones no invitan, ni mucho menos, al optimismo. "Los resultados de ventas en Alemania están enviando la señal de que efectivamente no están fuera de peligro y parece que 2013 va a ser otro año difícil", apunta el analista de LMC Automotive Jonathon Poskitt.