
La anunciada subida del IVA del 18% al 21% desde el 1 de septiembre no se ha traducido en un adelanto de compra de vehículos por los consumidores, a tenor de cómo han evolucionado las cifras de ventas en julio y agosto.
Distintas fuentes del sector consultadas coinciden en achacar esta atonía de los usuarios, que podrían ahorrarse de promedio unos 650 euros con la compra del coche adelantada a julio o agosto, al efecto de desconfianza en la economía y a una estrategia de ahorro ante eventualidades como el paro o la prioridad de adquirir artículos de primera necesidad de más difícil acceso por los recortes del Gobierno.
Un argumento poderoso radica en las estadísticas de matriculaciones que en julio, a dos meses vista de la subida del IVA, se redujeron un 17,2 %, y en la primera quincena de agosto retrocedieron algo por encima del 19 %.
Un calco del precedente de la anterior subida
Existe el precedente de la anterior subida de este impuesto que grava el consumo e2 010, cuando el 1 de julio, todavía bajo el gobierno del PSOE, se procedió a un incremento del tipo general del 16 % al 18 %, que conllevaba un encarecimiento de los automóviles en torno a 450 euros. Una revisión a las matriculaciones de los dos meses anteriores, es decir mayo y junio, calcan prácticamente, de nuevo, la situación. Concretamente, en mayo de 2010 las matriculaciones, en comparativa interanual, bajaron un 23,3 %, y en junio fue aún peor, pues el descenso se elevó hasta el 31,4 %.
Aquel incremento del IVA coincidió, además, con el agotamiento de los recursos destinados al Plan 2000E, sin una renovación de las dotaciones, con lo que el mercado automovilístico se encontró simultáneamente con dos medidas perjudiciales para su comercio.
Desde entonces, las ventas de turismos no han levantado cabeza y en los últimos 26 meses solo han podido ofrecer una evolución al alza de las matriculaciones en dos (agosto de 2011 y enero de 2012) y en términos muy moderados.