Un videojuego de coches para móvil, la mecánica del control remoto y un MG F Roadster son los ingredientes de un curioso experimento que ha logrado mover un automóvil de verdad a distancia, con la pantalla de un smartphone como única herramienta de manejo.
Como parte de una campaña de promoción de Sony Xperia, los diseñadores del videojuego móvil Reckless Racing 2 se aliaron con James Brighton, experto en control remoto de vehículos cuyo trabajo ha servido para realizar test de choque sin riesgo de daños en conductores humanos.
El resultado es excepcional. A través de la pantalla del citado teléfono inteligente, y desde varios metros de distancia, el MG F Roadster se mueve con sorprendente precisión a lo largo de un trazado de tierra dispuesto para la ocasión en una antigua base militar londinense.
De momento, esta conducción remota no es más que un hecho experimental aislado pero sienta un precedente para que, dentro de no mucho tiempo, se pueda jugar a un videojuego como si se tratase de una carrera de velocidad real.
Un videojuego entrena para carreras
