Motor

Adiós a los atascos en la ciudad: autobuses sin conductor que sincronizan sus movimientos

Proyecto GUIADE

El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha desarrollado un prototipo de vehículo automático aplicable al transporte público, basado en la telecomunicación entre los automóviles que circulen por una red.

El Proyecto GUIADE, como ha sido bautizado este proyecto conjunto entre el CSIC y la Universidad Politécnica de Madrid, desarrolla un sistema de posicionamiento y conducción automática para los medios de transporte público.

Los sistemas sensoriales y de comunicaciones de este prototipo proporcionan información para diseñar un escenario de conducción que permita situar a los vehículos sobre los mapas de la ruta que se quiere seguir, permitiendo que se comuniquen entre ellos y con la infraestructura, para después actuar de forma coordinada.

Según el CSIC, hasta ahora, cuando surgía un problema en la carretera, como un atasco o accidente, los conductores se enteraban del incidente después de un intervalo de tiempo, cuando llegaban al lugar afectado. Con este sistema, en cambio, el automóvil recibe información en tiempo real, enviada desde otros coches, por frenadas bruscas o detenciones prolongadas.

Estos mecanismos han sido probados durante la presentación, en la que un autobús de transporte público conducido mediante un piloto automático recibía información sobre los imprevistos que surgían en la vía gracias a los mensajes que enviaba otro vehículo que circulaba un tramo de carretera por delante de él.

Regulación del tráfico en escala de preferencias

Además, ha precisado que el sistema presentado, permite, por ejemplo, que cuando un vehículo detecte un atasco, envíe un mensaje a una estación de control, de manera que esta transmite a los demás vehículos una orden para que limiten la velocidad. Otra aplicación posible es la regulación del tráfico según una escala de preferencias.

"Si una ambulancia llega a un cruce al mismo tiempo que otros vehículos, puede enviar una señal a la central de control para que el semáforo que regula su paso se ponga en verde, mientras que para los demás cambie al rojo. Una vez que ha pasado el vehículo de emergencias, se invierte la situación", explica Teresa De Pedro, investigadora del CSIC.

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