
Los grupos automovilísticos PSA y FCA han aceptado modificar los términos de fusión debido a la pandemia de coronavirus, la cual ha tenido un impacto en la liquidez de ambos consorcios, así como en la industria de la automoción, con el objetivo de preservar el valor económico y los grandes equilibrios que figuraban en el acuerdo inicial de colaboración.
A mediados de julio de este año ambos consorcios automovilísticos anunciaron que el nuevo grupo resultante de esta fusión se llamaría Stellantis.
De esta manera, el dividendo excepcional a distribuir por FCA a sus accionistas antes de la firma final se ha fijado en 2.900 millones de euros (anteriormente 5.500 millones de euros), mientras que el 46% de las acciones propiedad del Grupo PSA en Faurecia se distribuirán al conjunto de los accionistas de Stellantis inmediatamente después de la firma final y una vez aprobado por parte del Consejo de Administración de Stellantis y de sus accionistas.
Como consecuencia de estas modificaciones, los accionistas de PSA y FCA recibirán el equivalente al 23% del capital de Faurecia (con una capitalización de 5.867 millones de euros al cierre del mercado el 14 de septiembre de 2020), mientras que su participación 50/50 en Stellantis -grupo que dispondrá de 2.600 millones de euros de liquidez suplementaria en su balance- se mantendrá inalterada.
De manera complementaria, se ha acordado que los Consejos de los grupos PSA y FCA podrán considerar una distribución de 500 millones de euros a los accionistas de cada empresa antes de la firma final o, de manera alternativa, una distribución de 1.000 millones de euros a todos los accionistas de Stellantis tras la firma final.
Estas decisiones se tomarán en función del rendimiento y de las perspectivas de ambas empresas, así como de las condiciones del mercado en el periodo intermedio. Esta posible distribución se realizará bajo la aprobación de los Consejos de ambas empresas.
FCA y el Grupo PSA han confirmado que el resto del conjunto de términos económicos de su acuerdo de acercamiento firmado el 19 de diciembre de 2019 se mantienen sin cambios y que la puesta en marcha de la fusión se espera para finales del primer trimestre de 2021, según las condiciones previamente aceptadas para la firma del acuerdo de acercamiento.
Gracias a los progresos realizados en los últimos meses por los equipos que han participado en este proyecto, la estimación de las sinergias anules recurrentes generadas por la creación de Stellantis se han revisado al alza hasta superar los 5.000 millones de euros, frente los 3.700 estimados al principio. El coste puntual de la puesta en marcha para alcanzar estas sinergias también ha aumentado de 2.800 millones de euros a un nivel próximo a los 4.000 millones de euros.
El presidente y director ejecutivo del Grupo PSA, Carlos Tavares, ha señalado que "con esta nueva etapa decisiva, avanzamos conjuntamente hacia nuestro objetivo en las mejores condiciones posibles y con perspectivas reforzadas para Stellantis".
Por su parte, el director ejecutivo de FCA, Mike Manley, ha apuntado que este anuncio "es una nueva señal de nuestra fuerte determinación común para asegurar a Stellantis los recursos necesarios para poner en marcha sus cualidades únicas, su energía creativa y las numerosas oportunidades de creación de valor de todas las partes implicadas".
Investigación de Europa
La fusión entre estos dos grupos automovilísticos está siendo investigada por la Comisión Europea ante la sospecha de que dicha unión podría afectar a la competencia en el segmento de las furgonetas.
Y es que la fusión de ambos consorcios automovilísticos podría reducir "considerablemente" la competencia en el segmento de vehículos comerciales ligeros en Bélgica, Croacia, República Checa, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Lituania, Luxemburgo, Polonia, Portugal, Eslovaquia, Eslovenia, España y el Reino Unido.
En muchos de estos países, la fusión de estos dos grupos automovilísticos tendría altas cuotas de mercado, junto con la gama más amplia de marcas y modelos de todos los tamaños.