Motor ecológico

¿Piensa en comprar un coche eléctrico? Conozca el funcionamiento de las ayudas

Resulta evidente que las ventas de coches eléctricos no han despegado en España como cabía esperar en un principio: en 2011, sólo se matricularon 314 vehículos a motor eléctrico. Por eso, para incentivar la compra de estos automóviles, el Gobierno dispone de un fondo de ayudas a la adquisición de eléctricos en 2012, cuantificado en 49 millones de euros.

Pese a que en un tiempo en que la conciencia ecológica cobra cada vez más importancia a la hora de decidir en el proceso de compra de un coche, el elevado precio de los vehículos impulsados exclusivamente por electricidad constituye un importante hándicap a su negocio. Para tratar de neutralizar ese obstáculo, la Administración de Zapatero aprobó el pasado mes de mayo un programa de subvenciones a la compra de eléctricos, que se ha prorrogado para el presente curso.

Las ayudas, que se conceden a la adquisición de vehículos eléctricos nuevos bien mediante compra, arrendamiento o leasing, podrán pedirse hasta el 30 de noviembre, cuando expira el plazo de solicitud. No obstante, si se agota el fondo dispuesto para dichas subvenciones, 49 millones de euros, el Ministerio de Industria y Energía cerraría el plazo antes de la fecha indicada.

Las subvenciones deberán ser tramitadas por el agente de ventas del vehículo en cuestión, quien habrá de informar previamente al comprador, y por tanto al beneficiario final de la ayuda, de la cuantía que le corresponde en función de los criterios de asignación. Aquel vendedor presentará la solicitud ante una entidad colaboradora y ésta la hará llegar al Ministerio.

¿Cuáles son los criterios de asignación?

Las ayudas a la compra de coches eléctricos se dividen en tres tramos cuantitativos, que están en función de la autonomía del vehículo adquirido:

- 2.000 euros para vehículos con autonomía eléctrica de 15 y 40 kilómetros

- 4.000 euros para vehículos con autonomía eléctrica de entre 40 y 90 kilómetros

- 6.000 euros para vehículos con autonomía eléctrica de 90 kilómetros o más

A la solicitud deberá acompañarle la siguiente información:

1. Copia de la siguiente documentación:

a) Factura de compra del vehículo

b) Ficha técnica del vehículo adquirido

c) Permiso de circulación del vehículo adquirido

d) Documento acreditativo de la identidad del beneficiario

2. Original de la siguiente documentación:

a) Declaración responsable del beneficiario de encontrarse al corriente de sus obligaciones ante la Hacienda Pública y la Seguridad Social o por reintegro de subvenciones, conforme al modelo establecido en el anexo II de este real decreto.

b) En el caso de profesionales autónomos y empresas, independientemente de su forma jurídica y de su financiación, declaración sobre las ayudas recibidas en el ejercicio 2011 y los dos anteriores.

3. En el caso de renting o leasing...

a) Contrato de renting o leasing operativo, que establezca una duración mínima de dos años.

b) Declaración firmada del compromiso de renting o leasing operativo.

Una vez llegan al Ministerio, las solicitudes son gestionadas por un sistema electrónico que las va atendiendo por riguroso orden de recepción hasta la fecha del plazo indicado o hasta el fin del fondo presupuestado para estas ayudas. El Ministerio debe resolver las solicitudes en el plazo máximo de dos meses.

En caso de cumplir con los requisitos, se procederá al ingreso de la cuantía correspondiente a la entidad colaboradora, que será la encargada de informar de la concesión al beneficiario. Éste, en ese momento, deberá justificar la adquisición y matriculación del vehículo ante dicha entidad colaboradora no más tarde del 31 de mayo de 2013.

¿Merece la pena?

En cualquier caso, por importantes que sean las ayudas concedidas por el Gobierno, resulta bastante difícil poder rentabilizar el sobreprecio de los coches eléctricos: suelen costar el doble y, aunque el precio de la electricidad que los mueve es menor que el del combustible, no llega a compensarse la diferencia.

Por este motivo, puede concluirse que, por el momento, y mientras no se reduzca el precio de las baterías -que es el componente que más encarece el producto-, la compra de vehículos eléctricos no resulta rentable. En su lugar, es preferible apostar por la tecnología híbrida, más fáciles de rentabilizar y sin perjuicio de las prestaciones en la conducción.

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