Este fin de semana Aston Martin ha desvelado la última joya de su factoría, el CC100 Speedster, el coche con el que ha querido celebrar el centenario del nacimiento de su marca. Pero no es el único que ha querido darse un homenaje estos días: el pasado sábado, en una subasta organizada por la casa Bonham, un pudiente licitador se hizo con la que bien podría ser considerada otro tesoro del fabricante preferido de James Bond.
Nada menos que 4,8 millones de dólares (unos 3,7 millones de euros) llegó a pagar el mejor postor, que quiso permanecer bajo anonimato, por un exclusivo Aston Martin DB4 'Jet' Coupé de 1960, fabricado por la casa de diseño italiana Bertone, que lo expuso por primera vez en el Salón de Ginebra de 1961.
Una buena inversión alternativa
Su precio final supone un récord en una subasta para un modelo de Aston Martin, que ha visto cómo sus lujosos coches han incrementado notablemente su valor con el paso del tiempo, convirtiéndolos, como a muchos otros clásicos, en una inversión alternativa cada vez más recurrente.
La culpa la tienen, en gran medida, las muchas asociaciones de aficionados a los coches del Agente 007, que le han situado como la automovilística británica más deseada para los coleccionistas de deportivos clásicos. Tanto que algunos expertos consideran que "el mercado de esta marca es tan fuerte como el de cualquier otra, con la posible excepción de Ferrari.", tal y como explica Neil Dickens, codirector de The Hairpin Company, distribuidor especializado en este tipo de vehículos.