
Muchos se ha hablado sobre las imágenes registradas por la cámara que Michael Schumacher llevaba en su casco en el momento del accidente de esquí: gracias a su visionado, la policía francesa pudo certificar que, tal y como sostenía el entorno del expiloto, Schumacher no actuaba de forma temeraria. Pero lo que nadie podía imaginar era que, como se sospecha ahora, buena parte de la culpa del estado del Káiser podría ser precisamente la propia cámara GoPro.
Ésa es la teoría con la que trabajan en estos momentos los investigadores que tratan de esclarecer el caso, pues se especula con la posibilidad de que dicha cámara debilitara la estructura del casco hasta que éste acabara rompiéndose. Así lo explica una fuente próxima a la investigación citada por el diario británico Daily Mail. "El laboratorio está investigando para comprobar si la cámara debilitó la estructura del casco. Técnicamente, todo el equipamiento parece estar en buen estado. Pero, ¿por qué se rompió el casco con el impacto?"
Mientras, Schumacher, aún en coma, continúa en el proceso de respuesta a los estímulos médicos al que ha sido expuesto durante las dos últimas semanas, aunque interrumpido por una afección pulmonar que llegó a agravar su evolución pero que parece haber remitido ya. La portavoz del deportista alemán, Sabine Kehm, ya advirtió al comienzo que el proceso de despertar del coma podría durar varias semanas.