
El jefe de Red Bull, Christian Horner, confía en que no haya problemas con el coche de esta temporada pese a su rendimiento por debajo de la media durante los primeros entrenamientos previos de la temporada, que se celebraron en Jerez el mes pasado.
Red Bull, que ha ganado cuatro campeonatos de constructores consecutivos, completó unas pobres 21 vueltas en su nuevo coche RB10, mientras que rivales como Mercedes hicieron 300 vueltas en cuatro días de pruebas en el circuito español.
"Hay algunas cosas pequeñas que tenemos que ajustar pero no hay nada importante y obviamente Renault también tiene algunos ajustes que hacer", dijo Horner en una entrevista con Sky Sports. "Pero esos coches son tan complicados que incluso pequeños problemas pueden generar grandes fallos".
Con los cambios que se tienen que introducir esta temporada, incluidos los nuevos motores de 1,6 litros V6 que tienen que adaptarse con el complicado sistema de recuperación de energía (ERS por sus siglas en inglés), el proveedor de motores de Red Bull, Renault, ha tenido dificultades por recalentamiento de su ERS.
Adrian Newey, el jefe técnico de Red Bull, ha regresado a la pizarra para buscar una solución, lo que siembra dudas en Horner respecto al comportamiento del coche en las próximas pruebas de Bahréin. "Obviamente, hay bastante que hacer, pero tenemos también bastante tiempo antes de la primera carrera", indicó.
"El test de Bahréin de la próxima semana es importante y estamos trabajando duro tanto con Renault como en Milton Keynes. No queremos otras pruebas como las de Jerez, pero eso es para lo que son las pruebas - para solucionar tus problemas y no tener que hacerlo en las carreras", concluye.