
El español Fernando Alonso (Ferrari), doble campeón del mundo de Fórmula Uno, ha asegurado, tras su primera jornada de entrenamientos con el nuevo monoplaza, en el circuito barcelonés de Montmeló, que "el año pasado corría con un coche dos segundos más lento" que el mejor en las primeras pruebas.
Alonso ha concluido hoy una intensa jornada en Montmeló, donde ha rodado 110 vueltas con su nuevo bólido, con el que ha dicho sentirse más seguro que la temporada pasada, cuando en las mismas circunstancias era dos segundos más lento que el piloto más veloz en los ensayos.
El doble campeón mundial asturiano ha asegurado que hoy no ha tenido ninguna sorpresa cuando ha rodado con el F138, "lo que ya es algo positivo, no como el año pasado, cuando nos quedamos un poco sorprendidos, y de forma negativa".
Alonso ha lanzado un mensaje de optimismo al recordar que el año pasado estuvo luchando por el Mundial con un coche que en los ensayos "iba dos segundos más lento que el más rápido en estas jornadas".
No se ha sentido muy cómodo con los neumáticos, a pesar de que con los medios ha logrado rebajar del 1:23, algo que han hecho los cuatro pilotos más rápidos en la jornada de hoy en Montmeló.
"Los neumáticos que han traído no son, quizá, la mejor opción para probar con una goma que dura una vuelta. Hay muchas cosas que probar y de las que tienes que tener información clara", ha dicho.
"Sólo tienes una vuelta para comprender lo que has puesto en el coche, porque luego vas dos, cuatro o seis segundos lejos del ritmo. Pero es lo mismo para todos, así que tenemos que comprender mejor que los demás estas ruedas y hacer que duren tanto como sea posible", ha dicho Alonso.
"El neumático da un poco más de agarre y prestaciones en la primera vuelta y mucho más desgaste en el resto. Son parecidos al año pasado, pero quizá algunos de los tiempos del año pasado se pueden mejorar gracias a los neumáticos", ha afirmado.
"Luego tienen un poco más de degradación, después de lo visto en Jerez y aquí el primer día, y eso puede hacer las carreras con más 'pitstops' o, seguramente, más divertidas para el público y más difíciles para los equipos y para nosotros", ha subrayado.
Acerca de lo que espera en el arranque del Mundial, Alonso ha sido muy claro: "Es muy difícil llegar a Australia y hacer primero y segundo y sacar medio segundo al resto de la parrilla. Eso lo descarta más o menos cualquier equipo que esté aquí, porque la Fórmula Uno está tremendamente apretada a día de hoy", ha dicho.
"Pero lo que no queremos es estar fuera de la Q3 con los dos coches en las cuatro primeras carreras. Eso es lo que seguramente está al alcance de nuestra mano", ha opinado.
La esperanza para Alonso en esta temporada es que la base sobre la que se trabaja "es buena", aunque, ha precisado, "no la mejor, y lo sabemos".
"Cuando pusimos el coche en pista en Jerez, lo que esperábamos ver se cumplía al 99%, pero sabíamos que lo esperado era muy parecido de lo que teníamos en Brasil porque el coche era muy parecido al de allí", ha señalado Alonso, quien ha rememorado lo ocurrido en la pretemporada del 2012: "Fue una cosa tremendamente extraña".
"Pusimos el coche en la pista e iba más o menos dos segundos más lento de lo que pensábamos que iba a ir. Estábamos un poco perdidos. Empezamos dos carreras con los escapes que miraban hacia arriba, luego los pusimos laterales, y no sabíamos muy bien lo que hacer", ha recordado.