Los deseos de Fernando Alonso y Ferrari de cara al GP de Brasil de este fin de semana podrían volverse en su contra: en la Scuderia quieren agua el domingo para que, con una carrera más imprevisible, sea menos difícil sacarle los 13 puntos de diferencia en que aventaja a Sebastian Vettel. Pero demasiada lluvia, como la que se prevé, puede ser muy, muy perjudicial para los intereses del piloto asturiano.
Para el domingo, las previsiones apuntan a en torno a un 90% de probabilidad de precipitaciones y, aunque ello en principio es una buena noticia, deja de serlo cuando se advierte la cantidad de agua que podría caer durante las horas de la carrera: según informa Marca, alrededor de 36 litros por metro cuadrado caerían entre las 10:00 y las 16:00 horas locales.
Estas cifras invitan, por lo menos, a plantear la posibilidad de que, si tal grado de lluvias cayeran en corto período de tiempo, la carrera sea suspendida antes del final debido a una eventual pista anegada por el agua.
Si la carrera queda suspendida, según la normativa vigente, el tiempo de suspensión se añadirá a las dos horas que, de máximo, puede durar cualquier carrera; eso sí, hasta un máximo de cuatro horas. Si pasadas esas cuatro horas no se hubiere reanudado la prueba, ésta se daría por finalizada.
"Un escenario de ciencia ficción"
En esa situación, habrían de haberse completado al menos un 75% para que se otorgaran los puntos en su totalidad en función de cómo estuviera la clasificación provisional en el momento de su suspensión; si no se llegara a ese procentaje mínimo -que se situaría en 53 vueltas de las 71 previstas inicialmente-, entonces sólo se repartiría la mitad de los puntos correspondientes a las posiciones de cada corredor. De este modo, a Fernando Alonso le sería imposible reducir la ventaja de 13 puntos con Vettel: aunque acabara primero y el alemán no puntuara, la mitad de los 25 puntos no sería suficiente para vencer esa diferencia.
Pero Alonso no parece estar preocupado y ayer declaraba en rueda de prensa que esa posibilidad le "parece un escenario de ciencia ficción. Ni nos lo planteamos". El deseo está muy claro: lluvia sí, pero no tanta.
Las cuentas de Alonso