
El anuncio por sorpresa de la marcha de Lewis Hamilton a Mercedes a partir de la próxima temporada ha levantado un gran revuelo entre afición, expertos e integrantes del paddock, que se encuentran divididos en su opinión al respecto: ¿es un error de McLaren haber dejado escapar al campeón del mundo o, por el contrario, se equivoca el piloto marchándose a un equipo, a priori, menos competitivo por el simple hecho de aumentar sus emolumentos?
La huida de Hamilton de McLaren no es sino la confirmación de la inamovible postura de la escudería de Woking, desde donde consideraban que el piloto inglés estaba lo suficientemente bien pagado como para no responder a sus altas pretensiones económicas. Pese a ser el segundo mejor pagado de la parrilla del Mundial, Hamilton pedía más y al final Mercedes ha sido quien ha satisfecho su ambición.
A McLaren se le vuelve a escapar un piloto de garantías con un campeonato del mundo como aval, debido a la mala gestión de su plantilla de la que ha hecho gala en los últimos años. El mejor precedente lo sentó en 2007 Fernando Alonso, que entonces era flamante bicampeón de la categoría reina: "Dejar McLaren fue la mejor decisión de mi vida", aseguraba el asturiano hace dos semanas, recordando el calvario que pasó precisamente con Lewis Hamilton como compañero.
De esta forma, surge inevitablemente la siguiente pregunta: ¿han pecado en McLaren de 'rácanos' dejando escapar a quienes muchos consideran uno de los dos mejores pilotos de la parrilla o ha sido el propio Hamilton quien se ha pasado de ambicioso en sus pretensiones económicas?
Desde el entorno de Hamilton, sin embargo, para restarle importancia al aspecto económico, atribuyen su salida de McLaren a la cada vez menor fiabilidad de sus monoplazas, que le ha impedido en los últimos años repetir título tras el conseguido en 2008. Pero lo cierto es que Mercedes, pese a haber mejorado este año su rendimiento, dista mucho de ser una escudería puntera capaz de permitir al británico ganar el ansiado segundo Mundial.