El piloto japonés de Sauber, Kamui Kobayashi, protagonizó el mayor incidente del Gran Premio de Gran Bretaña de Fórmula-1 al atropellar a varios de sus mecánicos durante una de sus entradas en boxes.
El nipón calculó mal la distancia con los hombres de su equipo y arrolló a los que estaban situados en la parte derecha del monoplaza para cambiarle los neumáticos y hacerle los demás ajustes.
Los mecánicos no sufrieron lesiones serias por el incidente, si bien el atropello restó unos segundos al piloto en la disputa de la carrera.