
El nuevo coche de Ferrari para 2012 podría no haber pasado el primer test de colisión al que se ha sometido en las últimas semanas como parte de las pruebas que todos los equipos, obligados por la FIA, deben pasar para competir en Fórmula 1. Como consecuencia de estos resultados fallidos, la Scuderia deberá reforzar el nuevo chasis con láminas de carbono adicionales con el fin de aumentar su peso.
Según han informado varios medios, entre ellos Eurosport o el diario finés Turun Sanomat, el coche en el que Ferrari trabaja con vistas al Mundial de 2012 no ha superado los denominados crash test (pruebas de choque), celebrados en las instalaciones de Bollate (Milán).
Por ello, los de Maranello deberán repetir próximamente esta prueba para comprobar si las mejoras introducidas en el chasis logran el efecto deseado. El problema es que, con el aumento de peso, el bólido perderá algunas milésimas de velocidad casi imperceptibles, según las predicciones más optimistas.