La Fórmula 1 regresará en 2012 a Estados Unidos después de cuatro años de ausencias, gracias a la apuesta personal de Bernie Ecclestone por recuperar la presencia de la categoría reina en Norteamérica. Pero el patrón de la F1 duda ahora de que la vuelta a EEUU vaya a tener el éxito esperado.
Además del GP de Estados Unidos, que se celebrará en el circuito texano de Las Américas, en Austin, en 2013 también se disputará una segunda prueba en este país. Será el GP de América, que se correrá por las calles de New Jersey con el skyline de la isla neoyorquina de Manhattan como telón de fondo.
A pesar de que la creación de esta carrera responde al deseo de los organizadores, son conocidas las reticencias de Ecclestone ante la celebración de dos Grandes Premios en un mismo país, y en ese sentido se ha manifestado el máximo responsable de la F1. "Tendremos un máximo de dos carreras en EEUU, por lo que es algo complicado cuando se considera el hecho de que es un país tan grande como Europa", explicó en declaraciones a la televisión Al Jazeera que recoge el diario As.
Ecclestone, por otro lado, espera un mayor compromiso por parte de los agentes estadounidenses, especialmente de las operadores locales de televisión, por el bien de todos. "Si hiciéramos más carreras allí y hubiera más televisiones estaría bien", considera el magnate de la F1.
Las presiones de Ecclestone, siempre presentes
No es la primera vez que Bernie Ecclestone muestra su preocupación por el devenir de la competición en tierras estadounidenses. La última vez, hace un mes, cuando rompió el contrato con el promotor del GP de EEUU y amenazó con cancelar la prueba si no se exigían garantías del pago exigido.
Si algo ha demostrado Ecclestone es que no quiere dejar nada al azar en el gran circo, y gran negocio, que supone la categoría reina. Por ello, su ahogada presión a todos los organizadores de los diferentes Grandes Premios es una constante en el Mundial de Fórmula 1.
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