
Fernando Alonso se ha mostrado celoso con respecto al gran interés que suscitó el nuevo alerón delantero que Ferrari probó en el GP de Corea con el fin de detectar sus puntos fuertes y débiles de cara a su incorporación en el monoplaza de la próxima temporada. "Creo que es un asunto del equipo, no de los periodistas".
El piloto español ha manifestado su enfado tras comprobar la gran expectación que despertó el nuevo morro en la prueba de Corea. "Estamos trabajando en un objetivo específico, que no es fácil para vosotros (los periodistas) de entender", ha explicado el corredor de Ferrari en declaraciones al diario italiano La Gazzeta dello Sport.
De sus palabras se deduce que ni al propio Alonso ni a los responsables de su equipo les ha gustado las muchas comparaciones que han aparecido en la prensa en los últimos días entre los dos alerones, así como el estudio de la diferencia de rendimiento entre uno y otro.
"No creo que los lectores estén interesados en levantarse por la mañana y leer tres o cuatros artículos sobre el 'downforce' (agarre aerodinámico)", ha añadido el asturiano. "Creo que quieren saber quién es cuarto o quinto o si estás trabajando de cara al Gran Premio o para el próximo año. Los detalles me parecen muy superficiales", ha protestado un visiblemente irritado Alonso.
¿Algo positivo que ocultar?
El excesivo recelo de Alonso parece responder al deseo de esconder las mejoras que Ferrari prevé incorporar al coche de 2012, que podrían dar con la clave para dar el salto de calidad que tanto esperan en la escudería roja. De otro modo, no se entendería el suspicaz enfado del español.
Hace algunas semanas, durante el GP de Singapur, el ya campeón del mundo Sebastian Vettel también procuró 'esconder' su coche de extraños (también de la prensa), justo después de salirse de pista. El piloto alemán trató de que, en el transporte de su coche al garaje de Red Bull, nadie pudiera observar o fotografiar el suelo que había llevado al circuito urbano de Singapur.