
El alemán Sebastian Vettel (Red Bull), que ayer dejó virtualmente sentenciado a su favor el Mundial de Fórmula 1 al lograr, en Monza (Italia) su octavo triunfo de la temporada, afirmó después de la carrera que el campeonato "estará acabado cuando esté acabado, no antes".
Vettel, que obtuvo la decimoctava victoria de su carrera en la misma pista en la que triunfo por primera vez, con un Toro Rosso, no ocultó, sin embargo, su enorme alegría.
"Es increíble ganar en esta pista. Este es un circuito muy importante para mí, porque aquí logré mi primera victoria. Subir al podio aquí es algo muy emocionante, por la cantidad de gente que hay. Sólo puede mejorar esta sensación ganar aquí de rojo (como piloto de Ferrari en su carrera local), supongo", afirmó Vettel, que podría proclamarse campeón matemáticamente en la próxima carrera, en Singapur.
"Ha sido una gran victoria en Italia, en el 150 aniversario de este país, además. Hoy hicimos bien todo lo que teníamos que hacer. Singapur me encanta. A ver qué pasa allí", aseguró Vettel.
"Ha sido duro, porque durante los últimos tres años no fuimos capaces de ganar en este circuito", explicó el alemán, de 24 años, al que sólo una tragedia impedirá arrebatarle al español Fernando Alonso el récord de ser el doble campeón mundial de Fórmula 1 más joven de la historia.
El campeón de Heppenheim comentó la carrera de hoy. "Mi salida no fue buena, entramos tres a la vez a la curva y aún sé cómo ha sido capaz Alonso de hacer lo que hizo en la salida. Luego, cuando se reanudó la carrera después de que se fuera el 'safety car' (coche de seguridad) logré rebasarlo y tirar fuerte para lograr una victoria muy especial", dijo.
"La apuesta no fue hoy, fue ayer en la cronometrada, porque en la calificación el coche iba reglado con miras a la carrera. Para la calificación no estábamos tan seguros de hacerlo bien, pero yo era optimista con miras a la carrera. Pude pasar a Fernando sin el DRS. Hoy hicimos lo que teníamos que hacer", insistió Vettel. EFE