Que Sebastian Vettel se alzará en noviembre con el título mundial de la Fórmula 1 es algo que se da por hecho en todos los sectores de la competición. Sólo una "debacle" podría evitar el triunfo del alemán y es que el vigente campeón ha demostrado ser prácticamente invencible a lo largo de toda la temporada.
Vettel cuenta, en estos momentos, con 259 puntos en la clasificación general a falta de que se disputen siete Grandes Premios; son tres puntos más de los que sumó el año pasado para subirse al primer cajón del podio después de 20 pruebas celebradas.
El piloto germano mantiene una ventaja de 92 puntos con respecto al segundo clasificado, su compañero Mark Webber, y a 102 de Alonso, que es tercero. Teniendo en cuenta que quedan 175 puntos en juego, la tarea de arrebatarle el primer puesto a Vettel se antoja casi imposible para quienes aspiraban con culminar una remontada histórica.
Es cierto que aún existen opciones matemáticas para que Vettel sucumba pero son tan remotas que, salvo la "debacle" a la que apelaba Alonso al término del pasado GP de Bélgica, nadie las toma en cuenta a día de hoy.
¿Qué tendría que suceder para que, por ejemplo, Alonso alcanzar al líder del Mundial? Si el asturiano lograra vencer en todas las carreras que restan (algo poco probable teniendo en cuenta el pobre rendimiento de su F150º en comparación el RB7) y sumara 175 puntos, Sebastian Vettel sólo tendría que obtener 73 puntos para evitar la remontada; una cifra irrisoria, que conseguiría con tan sólo subir al podio en cinco de las siete carreras que restan de aquí a final de temporada. Vettel sólo ha dejado de subir al podio en una ocasión en todo el año.
Tan remotas son esas posibilidades que ningún equipo ajeno a Red Bull aspira ya al título sino que, más bien, prefieren centrarse en prepararse de cara a la próxima temporada. Tal es el caso de Ferrari, que ya ha empezado a trabajar en el coche de 2012, con el objetivo de evitar los problemas de principios de temporada que ha sufrido este año.
La Fórmula 1 ha perdido ya, de cara a lo que queda de Mundial, toda la emoción y el espectáculo que la caracteriza como categoría reina del motor. Ahora bien, seguro que los equipos terminan inventando situaciones con las que mantener la atención de un público que está seguro de saber el final de esta historia que tiene a Vettel por protagonista.
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Ferrari pierde la fe