El presidente de la Asociación de Equipos de Fórmula Uno (FOTA, por sus siglas en inglés), Martin Whitmarsh, ha manifestado estar "feliz" tras el acuerdo alcanzado para retrasar un año más, hasta 2014, la introducción del motor V6 Turbo de 1,6 litros que estaba prevista para 2013.
"Estoy contento de que hayamos pactado con los fabricantes. Todos están de acuerdo; es muy positivo porque claramente ha habido muchas opiniones enfrentadas", ha asegurado Whitmarsh en unas declaraciones publicadas por el poral caranddriverthef1.com.
De esta forma, el acuerdo supone la estabilización del mercado tras una decisión que desde un principio suscitó mucha polémica: un buen número de equipos la rechazaban, mientras que los fabricantes de motores espetaban la incertidumbre que rodeaba a esta medida y que ponía en riesgo sus inversiones en el desarrollo del nuevo motor.
Whitmarsh asegura que el acuerdo beneficiará no sólo a los actuales constructores sino que también supondrá una oportunidad para la entrada al mercado de nuevos competidores. "Creo que a largo plazo debemos asegurarnos de que somos atractivos para la amplia gama de fabricantes de automóviles", ha señalado el presidente de la FOTA.
Por último, reconoció que los tiempos que se marcaron para la introducción del nuevo motor fueron demasiado precipitados. "El mundo ha pasado una crisis económica y la industria del automóvil ha tenido la mayor recesión de toda su historia. Creo que nuestro calendario fue quizá algo prematuro y quizá demasiado condensado", ha reconocido Whitmarsh.
Cosworth exige claridad
