
Hijo del que fue presidente de Israel y premio Nobel de la Paz, Simon Peres, Chemi es, además, el creador y presidente de Pitango Venture Capital, el mayor fondo de capital riesgo del país, que administra 2.000 millones de dólares con inversiones en 250 compañías. Piloto militar de carrera, este financiero de enorme éxito preside además la Fundación que creó su padre en 2016 para contribuir al acercamiento entre judíos y árabes: Centro Peres para la paz y la innovación.
¿Cómo un piloto puede convertirse en un financiero de éxito?
En Israel, para ser piloto de las fuerzas aéreas hay que pasar un examen muy exigente, por lo que la mayoría de los que acceden, yo no, claro, son personas muy preparadas. Además, en el ejército hay unidades especiales dedicadas a la tecnología y la innovación.
¿Qué es lo que tiene que hacer una 'startup' para que usted invierta?
Lo primero es que la persona que la dirige sea un líder en entornos muy dinámicos y competitivos. Lo segundo, que ofrezca un tipo de tecnología que se sitúe por delante de lo que que existe ahora y que, de alguna forma, sea único. Y, finalmente, los creadores tienen que ser los mejores expertos en su área.
¿Apuesta por la inteligencia artificial, la movilidad o el Internet de las cosas?
Nosotros operamos con tres fondos de filosofía diferenciada. El primero está focalizado en las tecnologías cutting edge relacionadas con la inteligencia artificial, machine learning y Big Data. El segundo se centra en la salud, diseñando instrumentos médicos digitales y nuevas formas de alimentación. Y el tercer fondo está compuesto por compañías key performance indicators, que crecen rápidamente, muy rentables y con muchas posibilidades de convertirse en líderes en su campo. Son compañías que ofrecen resultados extraordinarios.
¿Busca estas compañías también en otros países?
Algunas veces sí, pero preferimos centrarnos en las compañías israelíes, que conocemos bien y podemos seguir de cerca su evolución, ya que Israel es muy potente creando nuevas tecnologías.
Existe un miedo a que la inteligencia artificial pueda destruir empleos...
La tecnología es neutra. Puede usarse en sentido positivo o negativo. Por lo que, cuando innovamos, tenemos que tener en cuenta al ser humano. Debemos asegurarnos de que estamos creando máquinas para mejorar nuestra seguridad, nuestra salud y nuestro nivel de vida. No creo en robots que se adueñan del mundo y atacan a los humanos.
El último libro de Harari explica que serán los algoritmos los que tomen las decisiones en nuestras vidas. ¿No asusta un poco esa posibilidad?
Depende de qué tipo de decisiones se permita tomar a las máquinas. Ahora ya toman algunas por nosotros en cosas tan simples como corregirnos cuando escribimos en el ordenador. Dependerá de cuánta libertad les demos para tomar esas decisiones.
Ahora las máquinas obedecen a problemas predeterminados, pero el día que consigamos que sientan como nosotros...
Resulta un poco prematuro preocuparse por eso, porque se necesitará mucho tiempo para que ocurra. Se trata más de una discusión filosófica que tecnológica.
¿Y qué opina de que Google, Facebook y Amazon sepan todo sobre nosotros? ¿Acabaremos viviendo bajo su dictadura?
Yo no lo llamaría una dictadura, pero sí un nuevo imperio. Lo que fuerza a los líderes de estas compañías a tener mayor responsabilidad, a mostrar mayor transparencia y a tomar medidas para que no se utilice esa información para fines no deseados. Creo que el mundo debe convertirse en más responsable y no solamente los Estados, sino que esta responsabilidad recaiga también sobre las grandes empresas. Cuando se acumula tanto poder, debe de existir una regulación.
¿Piensa que España tiene nivel tecnológico?
No conozco la situación de España bien, por lo que no me atrevería a opinar. Piense que Israel está muy avanzado en nuevas tecnologías por una razón: la necesidad. La necesidad de seguridad por la situación de nuestro país y porque la tierra es muy pobre. Y esto es algo que no ocurre en otros países.
Como presidente del Centro Peres para la Paz, me gustaría saber cómo definiría usted la palabra "paz"
Significa que dos partes quieren diseñar un futuro que puedan compartir. La discusión debe de abordar no cómo peleamos por la tierra, sino cómo hacemos un mañana mejor. Tenemos que crear confianza para poder compartir el futuro. Creo también en la importancia de que judíos y árabes en general nos conozcamos mejor y explorar lo que tenemos en común. Para mí no hay nada más gratificante que evitar la guerra, salvar vidas y conseguir la paz.
Si su padre viviera hoy, ¿qué cree que haría para conseguir esa paz?
Pienso que querría que avanzáramos hacia un nuevo mundo de colaboración. Que judíos, palestinos y también el resto de los árabes creciéramos juntos en este nuevo mundo de tecnología y no unos enfrentados a otros. En sus propias palabras: "Las espadas dejarán el sitio a los ordenadores".