
El festival de cine documental sobre moda Moritz Feed Dog 2016 ha inaugurado su segunda edición mediante una proyección que narra la vida del 'diseñador del pueblo'. Por Alexandra Luna
Jeremy Scott, the people's designer se pudo ver el pasado jueves en las salas de proyección Aribau de Barcelona. El festival de cine documental sobre moda Moritz Feed Dog 2016 inauguraba su segunda edición mediante una película, realizada por Vlad Yudin y producida por Matt Knapp, que recorre la vida de Jeremy Scott, uno de los diseñadores más populares del momento. Centrada en el proceso de creación de la primera colección del diseñador, la película narra el recorrido vital del director creativo de Moschino.
El festival propone además el visionado de diez títulos que entienden la moda como una expresión cultural amplia y diversa. Fotógrafos, creadores, artesanos, críticos, la sociedad misma, la industria y la calle, son los protagonistas de los documentales que se visionarán hasta el día 13 de marzo.
Fiel a la cultura 'pop'
Cuando era pequeño, Scott soñaba con triunfar, como afirma en un momento de la película. Comenzaría su camino hacia el éxito en 1992 cuando se trasladó a Nueva York para estudiar diseño de moda en el Instituto Pratt de Brooklyn, dejando atrás la granja donde pasó su infancia en Missouri (Kansas). A pesar de lo duro que fue aceptar que era diferente, como reconocen sus padres y su hermana, quienes afirman que Jeremy sufrió acoso escolar en el colegio, el creador salió adelante.
Las noches que pasó durmiendo en el metro de París, por no tener otro sitio donde ir, o el tiempo que dedicó a recoger retales y papeles en fábricas y hospitales, no fueron un impedimento para llevar el talento del joven creador a las pasarelas de la Semana de la moda de París dos años más tarde, año en que también crearía su propia marca.
Dos años después ganaría el premio al mejor joven diseñador, otorgado por el Council of Fashion Designers of América (CFDA), la asociación de diseñadores de moda de Estados Unidos.
"El apodo de diseñador del pueblo me lo he ganado por dos razones: la primera, porque mis orígenes son humildes; y la segunda, porque mi trabajo conecta con la cultura pop, algo que llega a más gente que la naturaleza elitista de la mayoría de la industria", refiere el artífice mediante sus propias palabras.
El diseñador del pueblo siempre supo que volaría alto, pues, como reconoce, gran parte de su creatividad surge "del hecho de que nunca tuve nada".
Uno de sus mayores logros ha sido, en palabras de él mismo, "convertir la basura en un tesoro". Jeremy Scott ha construido su propia imagen a través de un estilo extravagante y atrevido. Ha transformado periódicos en trajes de noche, muñecas Barbie en personas reales, y otras mil genialidades. Las creaciones están inspiradas en la estética pop, el consumismo y la cultura de masas, y fabricadas con materiales pocos convencionales, a base de colores estridentes y llamativos.
El sello particular de las colecciones del artista ha llevado al reconocimiento de su ingenio por parte de las grandes figuras de la moda, como Karl Lagerfeld, quien anunció que Scott podría ser el futuro sucesor creativo de la casa Chanel. Además, grandes figuras del espectáculo, como Madonna, Katy Perry, Miley Cyrus o Rita Ora, se declaran musas del último rebelde de la moda.
Desde el principio de su carrera ha rehuído de la comercialidad, dispuesto a hacer lo que le apetece en todo momento. "Muchos diseñadores tratan de agradar a sus audiencias, pero Scott trata de agradarse a sí mismo", en palabras de la cantante Katy Perry, a quien quedó unido el diseñador tras vestirla en su actuación en la liga de fútbol Superbowl.
Los inicios
Los primeros diseños que el creador realizó para las travestis del mítico club Limeight de Nueva York; las colecciones inspiradas en accidentes de coche; o la propuesta Rampage, que utilizó la película Blade Runner como inspiración, fueron expuestos en 1997 en la influyente boutique Colette de París.
Más tarde, en 2008, comenzaría su relación comercial con Adidas. El diseñador lanzaría una colección de zapatillas con ositos de peluche incorporados, alitas de pájaro y estampados de leopardo, que supondría todo un éxito entre raperos famosos.
En otoño de 2011, el diseñador estadounidense se instaló en Los Ángeles, donde gozó de buena acogida. Los sigueintes años estarían marcados por el crecimiento de su propia marca y de una alianza con Adidas, que daría alas a su creatividad, llevándole a ocupar el cargo de director creativo de la firma en 2013.
Éxito de ventas
La casa italiana Moschino, en octubre de ese año, también quiso contar con Scott como director creativo, que conocía bien la firma por haber trabajado anteriormente en prácticas.
El sucesor de Rossella Jardini, que llevaba en el cargo desde 1994, encontraría en Moschino una plataforma para lanzar su carrera y conseguir una audiencia mayor, aumentando el 6 por ciento de las ventas de la firma.
Su primera colección para la marca se inspiró en la cultura basura. Creó prendas y complementos que incorporarían el logo de la multinacional McDonald's, pero con aires clásicos cercanos al estilo de la casa Chanel, además de candados dorados y estampados del personaje de dibujos animados Bob Esponja.
Durante la semana de la moda primavera-verano 2015 de Milán, presentó la segunda colección para la marca italiana, revistiendo -haciendo uso del humor- a uno de sus grandes iconos: Barbie.
Scott reconoce en un fragmento de la película que ha cumplido todos sus sueños. "Nada puede convertirte en algo que no seas en tu interior. He hecho todo lo que decían que un niño no podía hacer", refiere el artífice.