
La caída del sol se convierte en estos días de fiesta en uno de los mejores momentos para descansar y poder gozar al aire libre, al tiempo que se toma una refrescante bebida.
Generalmente, la imagen de las puestas de sol se visualiza en la mente con un mar de fondo, viendo cómo el horizonte rompe la delgada línea entre el agua y el cielo. Pero la montaña también es un buen lugar para dejarse seducir, respirando aire puro y disfrutando de la naturaleza. A continuación, se muestran algunas de las mejores terrazas, hoteles y miradores que se pueden disfrutar sin salir de España. Es hora de descansar del estrés diario.
Deleitarse con unas vistas increíbles en hoteles de toda la Península Ibérica y a unos precios muy económicos ya es posible con Weekendesk.es, el portal dedicado a ofrecer escapadas temáticas de fin de semana. La página web ha preparado un paquete especial de cara al verano con las mejores terrazas, que incluye alojamiento y experiencias gastronómicas para que los visitantes puedan disfrutar con unas puestas de sol únicas sin que el precio por tomar algo en una azotea te arruine el momento.
Hotel Mirador Arabeluj en Granada, soñar con la Alhambra
A escasos cinco minutos del monumento más famoso de Granada, la Alhambra, se encuentra el Hotel Mirador Arabeluj, un alojamiento estratégicamente ubicado para disfrutar de los dos grandes atractivos de la ciudad: el palacio árabe y Sierra Nevada. La decoración de todo el hotel está en sintonía con su entorno, de estilo mudéjar con mezcla cristiana y morisca, suelos de baldosa y pinturas al óleo. Disfruta de las maravillosas vistas desde sus balcones, especialmente desde la cafetería del mismo, cuya terraza es el sitio preferido para contemplar la ciudad.
Hotel Thalasso Cantábrico Las Sirenas en Galicia, lujo por menos de 150 euros
Despierte entre los bellos paisajes de Galicia, alojándose en el Hotel Thalasso Cantábrico Las Sirenas. Nunca habrá tenido un amanecer mejor. Y esto es porque este hotel de cuatro estrellas se encuentra en la preciosa localidad costera de Covas, en primera línea de mar, una ubicación que consigue que en muchas de sus estancias pueda admirar impresionantes vistas panorámicas del océano. Además, si es de los que aman los deportes, en este hotel encontrará varias instalaciones: gimnasio, pistas de tenis y un minigolf.
Hotel Duquesa de Cardona en Barcelona, una azotea de vértigo
En el centro de Barcelona, a poca distancia de Las Ramblas, se encuentra el lujoso Hotel Duquesa de Cardona, un alojamiento de cuatro estrellas en el que vivirá un fin de semana de lujo, relax y elegancia. Este hotel constituye la memoria de un antiguo palacete del siglo XVI que ha sido reformado dando lugar a un elegante establecimiento.
En la planta sexta del hotel se encuentra uno de sus mayores encantos: la azotea, un mirador que ofrece unas impactantes vistas de la ciudad. Desde allí, podrá tomar el sol en la terraza habilitada a modo de solarium o darse un refrescante baño en la piscina.
Hotel Miguel Ángel en Madrid, cinco estrellas por menos de 140 euros
Abra las puertas al lujo y disfrute de un impresionante fin de semana en Madrid alojándose en el Hotel Miguel Ángel. Situado en el barrio de Salamanca, este establecimiento presenta una decoración cuidada al detalle, donde lo más clásico se combina con los últimos avances en confort y tecnología.
Uno de sus mayores encantos es el Jardín del Miguel Ángel, un rincón donde disfrutar con amigos o en pareja de buena gastronomía y un ambiente relajado. Se trata de un entorno íntimo de 1.000 metros cuadrados de vegetación que invita a escapar de la rutina y evadirse de todo.
Hotel La Almunia del Valle, escondite en el corazón de Sierra Nevada
Muy cerca de Sierra Nevada, Granada, se encuentra este encantador paraje, un pequeño hotel boutique rodeado de altas cumbres y un hermoso paraje catalogado por su alto interés medioambiental. Fue rehabilitado sobre la base de un típico cortijo granadino -la construcción tradicional en esta zona-, y edificado respetando el medio natural donde se ubica. Sus habitaciones miran al Parque Natural de Sierra Nevada y su jardín es el lugar ideal para relajarse y disfrutar del silencio y de las vistas.
Granada y su Alhambra se encuentran a tan sólo ocho kilómetros, por lo que no puede faltar una escapada cultural.
Hotel El Jardín del Convento, una bonita estancia en Cáceres
Ubicado en una antigua casona solariega de mediados del siglo XIX, el Jardín del Convento es una bonita casa rural en el pueblo de Hervás, Cáceres, con excelentes vistas a la Sierra de Gredos. En su restauración se ha respetado la configuración original del edificio y se han rescatado detalles como el entramado de madera de sus paredes interiores, la viguería de castaño de sus techos o el mobiliario original.
Cuenta con un huerto ecológico y un cuidado jardín de 1.000 metros cuadrados en el que disfrutar de las tardes primaverales. Por último, para disfrutar del entorno que rodea la casa, su terraza y su comedor se orientan al jardín.
Hotel El Mirador del Morillón, en la localidad de Villaviciosa
Con unas bonitas vistas sobre el estuario de la ría de Villaviciosa y la playa de Rodiles, el Hotel Mirador de Moriyón es un pequeño alojamiento con encanto en Asturias. Su jardín es el lugar ideal tanto para disfrutar de las vistas como para hacer una barbacoa.
Además, gracias a la proximidad tanto de la playa como de la montaña, es fácil planear una excursión para realizar una gran variedad de actividades. El hotel ofrece wifi gratuito y cuenta con un salón de lectura para disfrutar de un momento de relax. Además, sus habitaciones son muy luminosas y cuentan con vistas a la ría para que sus huéspedes puedan admirar el entorno en todo momento.
Parador de Cruz de Tejada, en la isla de Gran Canaria
El Parador de Cruz de Tejeda se sitúa a 1.560 metros de altitud sobre el nivel del mar. Se halla entre el Parque Rural del Nublo y el Paisaje Protegido de Cumbres, por lo que está rodeado de la naturaleza más pura y desde él se puede disfrutar de unas extraordinarias vistas.
Se trata de una construcción típica guanche situada en el centro geográfico de la isla de Gran Canaria y la mayoría de las habitaciones cuenta con preciosas vistas, aunque el mejor lugar desde el que observar el paisaje en todo su esplendor es la terraza del Parador, desde cuyo mirador se divisan los roques Nublo, Fraile y Bentayga.
Hotel Nabia, el plena serranía de Gredos, en Ávila
El pequeño hotel rural Nabia se sitúa en la ladera de una montaña de la Sierra de Gredos, en Ávila, rodeado por robles, castaños y preciosos valles. Desde su terraza y jardín se pueden contemplar tanto el pico Almanzor como el pintoresco Valle del Tiétar, y es que el hotel ha cuidado mucho su orientación para convertirse en un lugar privilegiado desde el que contemplar la belleza de esta región.
Sus habitaciones, decoradas con un gusto exquisito, poseen unas extraordinarias vistas del paisaje gracias a sus amplios ventanales y, algunas de ellas, cuentan con terraza para un mayor disfrute del entorno y la naturaleza.
Parador de Bielsa, el rincón mejor escondido de Aragón
En un lugar clásico para el disfrute de las actividades en contacto con la naturaleza, en la vertiente oriental del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, en Huesca, se ubica el Parador de Bielsa. Rodeado por una zona declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1997, el hotel cuenta con unas vistas impresionantes y la posibilidad de practicar deportes como el barranquismo, el esquí, el parapente o el rafting.
Se sitúa en un valle, junto al río Cinca, y su terraza es ideal para disfrutar del entorno tomando un aperitivo relajadamente. Para conocer la zona a fondo, no puede faltar una visita a la villa medieval de L'Ainsa, la más grande de España.
Hotel Husa Golf de Valdecañas, el interior de España con una playa artificial
Situado en una isla privada en medio del embalse de Valdecañas, Cáceres, el hotel cuenta con una gran oferta de actividades. Dispone de un amplio campo de golf para el disfrute de los amantes de ese deporte, además de un puerto náutico, pistas de padel y tenis, campos de fútbol, piscinas o centro hípico.
Gracias a su playa artificial y las azules aguas del embalse, sus huéspedes pueden tomar el sol y sentirse como si estuvieran frente al mar. El paraje está completamente rodeado por el Parque de Monfragüe y la Sierra de Gredos, por lo que la vista resulta inmejorable.