Status

Cenar con el nieto de Gandhi, subir el Kilimanjaro o los Sanfermines: viajes exclusivos a medida

El Kilimanjaro. Imagen: Reuters

A través del nuevo proyecto de Eric Frattini se puede cenar con el nieto de Gandhi, subir el Kilimanjaro junto a Ismael Santos o correr en los Sanfermines con Julen Madina.

Norma número uno antes de zarpar en cada misión: los clientes no son viajeros, sino exploradores. Y comienza la aventura, de la mano de los profesionales más experimentados y conocedores de las zonas geográficas que se van a recorrer. Cada expedición es siempre una experiencia distinta.

Así nace Trex, una consultora de viajes en Internet (www.trexexploring.com) "dedicada a organizar grandes viajes a medida, para un público que busca exclusividad, distintas experiencias y nuevas sensaciones", explica el escritor y excorresponsal en Oriente Medio, Eric Frattini, uno de los creadores de este nuevo concepto de viajes. Coraje y valor no le faltan. Él mismo atravesó el Pacífico en una balsa hecha de juncos. No hay que temblar, los organizadores de cada aventura son especialistas en todo lo que se realiza.

¿Se imagina poder navegar en un barco de 120 pies cruzando el Atlático junto a tres personas pertenecientes al equipo olímpico de vela y que han participado en la World Ocean Race? Pues tendrá que prepararse, porque va a vivir como uno más de ellos, ayudar durante la navegación e, incluso, cocinar para la tripulación.

"Hay plazas libres, eres un alto ejecutivo de una empresa y quieres descubrir una experiencia inolvidable. Tu lugar va a tener un coste especial (cada viaje tiene un precio inicial de 6.000 euros, aproximadamente) porque vas a vivir todo lo que vivimos nosotros, comer la misma porquería que comemos nosotros y alimentar a las otras 10 personas que vayan contigo", explica Frattini. La ventaja es que, al ser grupos reducidos y muy personalizados, no hace falta esperar al típico viajero impuntual.

 Los viajes no siempre tienen la misma filosofía. Sin olvidar la aventura, se puede visitar Israel, un país muy seguro a pesar de la zona geográfica en la que se encuentra; recorrer los rincones más escondidos que rehuye cualquier turista; cenar en el restaurante árabe menos frecuentado -donde comen todos los periodistas en Jerusalén y el dueño es amigo- y, si eres hombre, ver cómo rezan en mitad de la madrugada los judíos más ortodoxos, a 20 metros de profundidad en el Muro de las Lamentaciones. Resulta emocionante, ¿verdad?

Casi sin salir de casa

No es necesario ir fuera de España para experimentar cómo el cuerpo se pone en tensión y el vello del brazo se eriza. Llega el verano y como pistoletazo de salida, en Pamplona se escucha cada mañana el grito de guerra: A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición. ¡Viva San Fermín! Con él da comienzo el 6 de julio la semana grande de Pamplona y, en general, de toda Navarra. Y aquí es cuando Julen Madina, corredor de encierros con más de 40 años de experiencia delante de los toros, entra en escena acompañando durante seis días a los más atrevidos.

Con él se correrán encierros, se visitarán los sitios más emblemáticos y las tascas y restaurantes donde se reúnen los participantes tras cada jornada. Allí contarán, entre bambalinas, viejas historias personales y los hitos más relevantes de años de gloria anteriores. Para despedirse hasta el año siguiente, también se puede realizar el viaje del 11 al 14 de julio, donde el cántico pobre de mí se grita a viva voz.

Los destinos de esta consultora no acaban aquí. No todo el mundo viaja a la India y cena con el nieto de Mahatma Gandhi, ni visita Sudáfrica de la mano de Stephan Frank, organizador de la logística de los documentales de National Geographic. "Entre los últimos proyectos, ocho mujeres que han padecido cáncer de mama van a subir hasta la cumbre del Kilimanjaro (Kenia) junto a Ismael Santos, exjugador del Real Madrid, experimentado en la alta montaña y gran conocedor de la zona", cuenta Eric.

Para todos aquellos que busquen un plan más relajado, Trex ofrece la oportunidad de visitar, sin abandonar la premisa del buen gusto, la ciudad del amor. Es la aventura parisina The beauty travel.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky