
Russell Crowe se ha estrenado como director al frente de un ambicioso proyecto ?El maestro del agua? que acaba de presentar en Madrid acompañado por su actriz fetiche, Olga Kurylenko. El consagrado actor y la guapa intérprete se mostraron muy cercanos con sus decenas de fans, repartiendo autógrafos y haciéndose numerosos selfies.
Puntual a su cita, el consagrado actor firmó autógrafos a sus decenas de fans rodeado de fuertes medidas de seguridad. Sus fieles seguidores pudieron disfrutar haciéndose instantáneas y contemplando atónitos al actor hollywoodiense. Muy elegante con un abrigo gris y presumiendo de su perilla con unas interesantes canas, posó ante los medios allí congregados.
Olga Kurylenko se une a su director, el cual la miro sonriendo y la cogió de la cintura para posar juntos. Ambos se mostraron muy divertidos, compartiendo risas. Crowe le dio dos cariñosos besos y a continuación dejo que su actriz fetiche posara sola.
La actriz protagonista Olga Kurylenko, muy elegante con un sobrio vestido bicolor negro y fucsia de raso y sandalias con detalles de corazones, en la alfombra roja haciéndose selfies con los fans allí presentes.
Hasta ahora le hemos disfrutado en las firmes interpretaciones que ha protagonizado, un actor con los pies bien plantados en sus personajes que ahora ha dado un paso hacia el otro lado de la cámara para dirigir El maestro del agua, una aventura épica ambientada cuatro años después de la devastadora batalla de Gallipoli, en Turquía, durante la Primera Guerra Mundial.
Crowe, además de dirigir también se meterá en la piel del protagonista, un granjero australiano llamado Connor que viaja a Estambul para descubrir qué ha pasado con sus hijos, declarados desaparecidos en combate. En ese tiempo forjará una relación con una hermosa mujer turca propietaria del hotel en el que se hospeda e interpretada por Olga Kurylenko (Oblivion, Quantum of Solace).
Desde su experiencia como intérprete en decenas de títulos, entre ellos algunos tan inolvidables como Los Miserables (2012), Master and Commander (2003), Una mente maravillosa, (2001), Crowe aborda esta etapa con apelando a los mismos valores en la narrativa cinematográfica que aseguraron el éxito de sus trabajos como actor.