
Alberto Martín celebra el duodécimo cumpleaños de sus hijos Juan y Ana. Al arquitecto le correspondía pasar ese día tan especial con sus pequeños. Tras recogerlos en el centro escolar en el que estudian, se dirigieron los tres juntos a una cafetería a merendar.
Cuando en 2009 saltaba la noticia de su separación, poco amistosa, Lydia y Alberto no podían esperarse que se alargaría durante cinco años. Ambos pasaron por un proceso de divorcio muy complicado y Lydia no facilitó las cosas. A pesar de que el juez dictara una sentencia en la que permitía volver al arquitecto a su domicilio familiar durante seis meses, la catalana se llevó todo lo que había en la casa cuando se marchó, contraviniendo lo establecido en el escrito.
Todo el tema del juicio alargó el enfrentamiento entre la pareja ya que el arquitecto decidió demandarla. Los hijos que nacieron fruto de su relación, Juan y Ana, fueron el principal motivo de las disputas entre ellos. Ahora cada uno disfruta de ellos el tiempo que les corresponde.
Tras la tempestad llegó la calma y al menos cada uno disfruta de la compañía de sus pequeños cuando les toca. En esta ocasión, ha sido Alberto el afortunado de pasar el mismo día del cumpleaños con sus hijos. Lydia tendrá que esperar a los días que le corresponde para festejar también con sus pequeños esta fecha tan especial.
Alberto, tras cumplir con su jornada laboral, acudió a recoger a sus hijos al colegio. Antes de regresar a casa, merendaron en una cafetería. A continuación, fueron a una conocida pastelería dónde seguramente compraron quizás una tarta para que luego en casa soplaran las velas.
Finalizada la merienda y las compras de dulces para festejar el cumpleaños, regresaron juntos a casa. Antes de dirigirse caminando hasta el coche, Alberto estuvo muy pendiente de sus hijos. Todo un padrazo, se encargó de abrochar el chubasquero a su hijo Juan para que no se mojara. Ana, que llevaba el chándal del colegio, se encargó de portar la bolsa con los dulces que habían comprado.