
Este edificio de 1.776 pies (541,3 metros) de altura que ha sido levantado sobre los restos de las Torres Gemelas tras los atentados del 11-S, se convierte hoy en el rascacielos más alto del hemisferio occidental, en honor al año en el que fue promulgada la Declaración de Independencia de Estados Unidos.
Tan sólo queda colocar una antena espiral plateada de 124 metros de altura y más de 700 toneladas de peso que coronará el edificio y que estará rematada con una luz que podrá verse desde varios kilómetros de distancia.
Además de ser uno de los edificios más altos del mundo, es uno de los más seguros. Y es que el One World Trade Center ha sido concebido como un "rascacielos dentro de un rascacielos" cuya construcción ha costado, aproximadamente, 3.000 millones de euros. Se alza sobre unos cimientos de vigas de acero de 70 toneladas y sus pisos inferiores están rodeados de un cristal blindado capaz de resistir una explosión.
El edificio, cuya construcción comenzó en abril de 2006, es un símbolo de resistencia y un tributo a los casi 3.000 fallecidos en los atentados de 2001 contra las Torres Gemelas. Por ello la luz colocada en lo más alto del edificio desprenderá los 288 módulos LED mandando un mensaje de fuerza al los estadiunidenses.