
A las diez y media de la mañana, la terraza del Hotel Intercontinental de Madrid huele a café, a zumo y a repostería. A esas horas aún quedan unos cuantos huéspedes rezagados y, como siempre, hay un trasiego incesante de gente en el hall, recién salida de los cochazos impresionantes aparcados en segunda fila a lo largo de ese tramo del Paseo de la Castellana.
De repente, en medio de ese paisaje, llega José Luque, chef del hotel. Y de pronto, despliega todo un arsenal de frutas del que emerge una licuadora. Mientras se ultiman los preparativos para la foto y el personal del hotel prepara el bodegón de frutas que sirva de decorado para las imágenes, Luque nos cuenta lo que nos tiene preparado.
En primer lugar, una combinación dedicada a este periódico. Cómo no, es naranja. "Una mezcla de sandía, zanahoria, infusión de té verde japonés, jengibre y lemon grass", nos dice. "Es muy relajante y totalmente anti-estrés", dice. Vamos, totalmente indicada para el ritmo de trabajo de un diario.
'Smoothies'
A pesar de la calidez del clima español, no está claro que seamos grandes consumidores de zumo. Una opción que a veces parece sólo indicada para consumo infantil, como asegura Peter Estebe, F&B Manager de Puro Group, un grupo hostelero con terrazas en sitios como Marbella y Mallorca.
"Más que zumos, nuestras especialidades son los 'smoothies', que son batidos parecidos a sorbetes en cuanto a textura y que están realizados a base de frutas naturales", dice. Para acabar de hacernos la boca agua, explica que en la carta de sus establecimientos tienen una oferta de ocho 'smoothies' diferentes, "desde el más vendido, llamado 'Exotic', y que tiene mango, papaya, lima, plátano y kiwi, o el 'Mint', una mezcla de fruta de la pasión y hierbabuena, ideal para acompañar la puesta de sol".
Un concepto, el 'smoothie', del que Mateo Banda, jefe del bar Majestic y DolceVita del hotel Majestic de Barcelona, nos cuenta su historia. "Se pusieron de moda en la década
de los 60 en Estados Unidos, sobre todo en las tiendas de helados", dice. Y explica la forma de elaborarlos, para los que tengan que conformarse o prefieran prepararlos en casa.
"Se recogen de fruta fresca, se extrae la pulpa, se deja deshidratar y se congela. Aunque también se pueden hacer con trozos de frutas naturales, para que conserven todas sus vitaminas", señala. En todo caso, igual que mencionaba Peter Estebe hace unas líneas, la textura está a medio camino entre un batido y una mermelada. "Se utilizan mucho en heladerías y en toda la coctelería caribeña. Los países anglosajones son sus máximos consumidores a día de hoy", señala Mateo Banda.
¿Y qué frutas son las más recomendables en estos tiempos de canícula? Estebe recomienda las frutas que más hidratan por su alta composición de agua. Y con esta premisa, la sandía es la que gana la partida. "Aporta una hidratación perfecta, además de fibra y vitaminas", añade. El melón es otro de los elegidos para el verano, en todas y cada una de sus variedades, aunque Estebe se decanta por el 'cantaloup'.
Y para terminar, el clásico del que muchos dicen que sólo se toma en aviones: el de tomate. "Aparte de sus más que conocidas virtudes antioxidantes, mezclado con un poco de zumo de lima, sal y pimienta es un aliado perfecto", asegura.
Desayuno anti-estrés
Pero también hay que pensar en los que aún no están de vacaciones, o quizá en los que hace tiempo que han vuelto a la rutina entre ordenadores, papeles y reuniones. Así que vayamos a una receta para empezar bien el día. Algo así como el zumo del que vive enganchado al móvil.
José Luque cree que la combinación perfecta tiene una mezcla de piña, leche de soja, albaricoque, melón y una infusión de salvia. El resultado es una mezcla color vainilla que sabe tan bien como apunta nada más verla. "La piña es un excelente antioxidante", explica mientras llena la licuadora de frutas y prepara la infusión.
Y, por qué no, para aquellos que quieren mantenerse en forma y no permiten la aparición de un gramo demás, una combinación curiosa: el gazpacho de frambuesa. "Se le quita una parte de tomate y se le sustituye por frambuesa. Es delicioso y sobre todo tiene la ventaja de que dos tazas equivalen a una comida", señala. Vamos, que también es ideal para los que siempre tienen prisa.
Desde el hotel Majestic, su jefe de bar nos da las claves de un buen cóctel anti-estrés: licuado de zumo de plátano y piña natural, zumo de naranja y de limón y un golpe de sirope de fresas. "Estoy seguro de que con estas frutas y sus propiedades, al tomárselo se relaja cualquiera, aunque por desgracia de momento no hace milagros", bromea.